Con la misma garra felina que llevó a Simone Simon a metamorfosearse en pantera en La marca de la pantera (Cat People), el fantástico film de Jacques Tourneur, llega Undercats, reciente proyecto artístico del fotógrafo Sebastian Magnani, de 28 años. El muchacho —que vive en Suiza— decidió poner en juego la máxima que dicta “las mascotas se parecen a sus dueños” y procedió a digna corroboración. Así, tras retratar individualmente a personas y sus correspondientes gatos, empalmó las cabezas de los peludos animalitos en el cuerpo de sus propietarios, editando luego estilos de cabellera y alguna que otra característica peculiar. El perturbador resultado —que emula la fórmula y el éxito de Underdogs, serie de imágenes donde Magnani hizo lo propio con perros y gente— es digno de películas de ciencia ficción. O terror, según cuál fuera el argumento. “Será el espectador quien decida si el parecido es real o no; para mí, la clave está en los ojos de los felinos, llenos de fuerza y carácter”.