Habrase visto: ahora resulta que los gatos han tomado cartas en el asunto de la censura online, atacando a los tiranos del globo que limitan la libre circulación de información con toda la furia que sus pequeñas garras puedan expresar. Literalmente. Ocurre que una ocurrente web ha puesto a la venta rascadores con forma de personas. Y no de cualquier persona: Vladimir Putin y Kim Jong Un fueron algunos de los sujetos elegidos por el sitio The PussyCat Riot para ser transformados en juguetes gatunos y, en paralelo, dejar asentada una postura política. Con todo, la lúdica iniciativa cuesta una pequeña fortuna: 4500 libras el personaje, en tanto “cada ejemplar llevó 200 horas de trabajo y fue hecho por un equipo de artistas en forma artesanal”. Por fortuna, los menos pudientes cuentan con plan accesible: cajas de arena con el rostro plantado de los antes mencionados (y otros), una versión que, aunque menos elegante, promueve el mismo mensaje.

“Desde el corazón mismo de Internet, elevamos nuestra bandera con #ThePussyCatRiot, un nuevo movimiento de protesta para unir a los gatos del mundo y a sus dueños en la oposición a la censura cibernética. Nuestro objetivo es dar a conocer el régimen opresivo, prevenir el disfrute en libertad y la riqueza sin límites de la innovación y creatividad humanas”, autodefine la iniciativa desde su sitio web. Sitio que, por otra parte, fue creado por Hide My Ass!, un servidor pago que permite navegar en forma segura y anónima por la red, preservando la identidad y locación de sus usuarios, y que se trata de una satírica declaración gatuna que busca liberar el control gubernamental sobre páginas como Facebook o YouTube. Sin más, el lema deja (casi) todo en claro: “Libertad es conocimiento. Conocimiento es poder. Los gatos lo saben todo”. ¿Amén?