HALLAZGOS > ESTá ONLINE LISTEN TO ME, MARLON, EL DOCUMENTAL SOBRE MARLON BRANDO REALIZADO CON GRABACIONES DE AUDIO PRIVADAS E INéDITAS DEL ACTOR
› Por Ariel Alvarez
El principio es algo extraño. De a poco, sobre un fondo negro, comienza a aparecer la cabeza digitalizada de Marlon Brando que recita Macbeth: “La vida no es más que una sombra andante, un pobre actor que se mueve y se inquieta por su paso por el escenario, y que después deja de escucharse. Es un cuento contado por un idiota, repleto de sonido y furia que no significa… nada”. La voz, sacada de una grabación casera, es inconfundible: la de Brando. La escena es algo curiosa y macabra al mismo tiempo. Así comienza Listen to me, Marlon, el documental dirigido por el británico Stevan Riley, que parece traer del mundo de los muertos a una de las leyendas más impresionantes del cine, que vuelve para contar su vida con sus propias palabras.
Estrenado en el festival Sundance del año pasado, Listen to me, Marlon tiene la particularidad de no usar testimonios de terceras personas. Riley tuvo acceso a un tesoro inimaginable: cientos de horas de grabaciones de audio privadas que el actor realizó durante décadas. Riley las editó junto con material de archivo y las transformó en esta especie de original autobiografía póstuma.
La idea de este proyecto algo alocado, en principio, significó un desafío enorme para el director. En 2012 Riley recibió una llamada de la productora inglesa Passion Pictures, con la cual había trabajado antes. La propuesta fue simple: “¿Te gustaría dirigir una película sobre Marlon Brando?” Riley aceptó de inmediato cuando supo lo que iba a tener entre sus manos. Los herederos de Brando se habían acercado antes a la compañía con la idea de hacer una película y traían consigo un archivo increíble que el actor había conservado en una bodega: “Él no guardaba nada de recuerdos en su casa, lo tenía todo ahí afuera. Yo sabía que este material existía, pero no sabía cuánto había”, contó Riley.
Fue así que al empezar a trabajar se encontró con más de 200 horas de grabaciones que el actor hacía en soledad frente al micrófono de su grabadora y que guardó en casetes cuidadosamente etiquetados. Además había mensajes dejados por los amigos y la familia en su contestador, algunos films caseros de la época de su infancia, charlas de alcoba con alguna de sus mujeres (Brando tenía micrófonos escondidos en todas las habitaciones de su casa y grababa las conversaciones). Incluso en el documental se puede escuchar la grabación que una de sus admiradoras le envió al actor confesándole su amor.
Quizá lo que más le haya servido al director al momento de empezar a construir la compleja personalidad de Brando fueron unas cintas que el etiquetó como “autohipnosis”. De ahí viene el título de la película, ya que todos estos registros comienzan de la misma manera: “Escúchame Marlon... Esta es una parte de ti mismo hablándole a otra parte de ti mismo. Escucha el sonido de mi voz y confía en mí”, se decía el actor al mismo tiempo que se grababa en 1996. Estas sesiones eran uno de los numerosos intentos de Brando por encontrar un poco de paz interior.
Y es que su vida fue difícil y a Marlon Brando no le gustaba hablar de ella. Fue sin duda uno de los actores más importantes que ha tenido el cine, pero también uno de los más misteriosos. Una gran celebridad que daba pocas entrevistas y que lo intentaba todo por mantener su vida en secreto. Incluso en sus últimos días se volvió casi un ermitaño.
El trabajo de edición de Listen to me, Marlon duró nueve meses y dio como resultado este collage único que muestra al actor en toda su complejidad. Vemos y escuchamos al niño Marlon, al hombre viejo preocupado por su sobrepeso, al padre que sufrió una tragedia espantosa con sus hijos, al sex symbol, al actor meticuloso, al activista político. Triste, eufórico, enojado o deprimido, el sonido de su voz lo muestra como nadie lo vio nunca.
Los hechos son ordenados por el director casi cronológicamente, ya que al principio, luego de ese busto digital que parece un dios romano hablando con solemnidad, se ven imágenes de un noticiero que muestra la casa de Brando. Están cubriendo la peor noticia: en 1990 su hijo mayor, Christian, asesinó de un tiro a la pareja de su media hermana Cheyenne, en la casa de Mulholland Drive, en Los Angeles. Sólo eso imágenes, apenas un anticipo de lo que se verá luego: un Marlon Brando devastado, el momento más desgarrador de la película.
Y en el medio está la infancia del actor en una granja de Nebraska, con material en fílmico inédito. Hijo de una madre alcohólica (recuerda como “algo dulce” el olor a licor en su aliento), y un padre que los golpeaba: “Una vez mi viejo estaba golpeando a mi madre”, dice “lo miré a los ojos y le dije: `si le pegas de nuevo te mato´”. Todo esto da paso a la escena de Un tranvía llamado Deseo (1951), en la cual el personaje de Stanley Kowalski está atacando a Blanche DuBois, interpretada por Vivien Leigh. Y esto es algo que Riley, intuitivo, hace todo el tiempo: edita situaciones de diferentes momentos que complementan las reflexiones del actor. Otro ejemplo es cuando gana su primer Oscar como mejor actor por Nido de ratas: Brando es entrevistado en su casa, junto a su padre; y después se escucha un audio en el que jura que jamás va a dejar que ese hombre se acerque a su nieto, Christian.
Sus reflexiones acerca de su vida como actor son a veces despiadadas: “Todos ustedes son actores, y buenos actores, porque todos son mentirosos. Y actuar es mentir”, dice y agrega: “Si no hubiera sido actor, hubiera sido un estafador”. Con gran amor habla de su mentora, su profesora de actuación Stella Adler. Sus impresiones de sus trabajos y las relaciones con los directores ocupan una parte del film que quizá es la más dirigida a los fanáticos. Entre estos segmentos es notable la pelea con Francis Ford Coppola, durante el rodaje de Apocalypse now!: “Él es un boludo… Yo reescribí el guión entero”, afirma, cosa que Coppola nunca reconoció.
Brando habla con emoción de su vida política, como activista por los derechos civiles de los negros en Estados Unidos y su apoyo a las comunidades aborígenes: “Vivimos en una tierra que fue robada”, dice y se recuerda el escándalo de cuando rechazó su segundo Oscar por su actuación en El Padrino.
¿Qué pensaría de esta película la leyenda que hizo lo posible por mantener su vida privada en silencio? Su hija Rebecca, quien estuvo más involucrada en el proyecto afirmó en una entrevista: “Mi padre era tan intuitivo. El estaba siempre pensando en el futuro. Tuvo que haber sabido que alguien iba a encontrar esas cintas un día y que iba a hacer algo grande con ellas”. Pero si de verdad ésa era la intención, seguirá siendo parte del enigma que estas grabaciones fantasmales incluso acrecientan
Listen to me, Marlon se puede ver en cablevisionondemand.com.ar
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