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Domingo, 13 de mayo de 2007

FOTOGRAFíA > EL ROCK INDEPENDIENTE EN LIBRO

Contagiándose la energía del otro

Entre 1996 y 1999, el fotógrafo y cineasta Ezequiel Muñoz asistió a tres o cuatro shows por fin de semana. Y gracias a un carnet de prensa falsificado pudo registrar de un modo único la dicha del rock en movimiento. Ahora editó lo mejor de esas imágenes en el libro 15 6658 ROCK, y por pedido de Radar cuenta las mejores historias detrás de las fotos de una escena que marcó una época.

 Por Juan Andrade

La historia del fotógrafo y cineasta Ezequiel Muñoz con los recitales empezó como la de cualquiera que paga su entrada, incluyendo los típicos comentarios a la salida acerca del solo de tal o la ocurrencia de tal otro. Pero las sensaciones que le producían lo que acababa de ver y escuchar lo dejaban con ganas de más. Quizá para estirar los efectos especiales de esos chispazos efímeros, un día decidió llevar su cámara pocket a un show de Babasónicos. Y lo primero que hizo al volver a su casa fue revelar el rollo. Ese fue el puntapié inicial de un ritual que le permitió reunir cientos, miles de imágenes de lo que sucedía arriba y abajo del escenario en antros como Cemento: entre el ’96 y el ’99, asegura, no hubo fin de semana en el que no fuera a ver tres o cuatro bandas. Y además, con su flamante credencial de prensa, podía hacerlo gratis. Desde entonces entabló una relación personal con los músicos y trabajó codo a codo con ellos en sesiones de fotos o como director de videoclips de Pez, Demonios de Tasmania, Suavestar, Lucas Martí y otros.

El recorrido virtual que plantea 15 6658 ROCK parte de lo que alguna vez se conoció como rock alternativo, hasta llegar a los exponentes actuales de la escena indie y zonas aledañas. Sus páginas son un muestrario de animales rockeros iluminados por el flash en su hábitat natural, en pleno estado de éxtasis. Pero también están pobladas por retratos más íntimos o más producidos, que los pintan de cuerpo entero. Por encima de las imágenes (se pueden ver parcialmente en el sitio de la editorial, www.dosfuerzas.com) sobrevuela una mirada personal y pasional sobre el género que, casi sin querer, Muñoz hace explícita cuando comenta como al pasar: “A través de la historia, el rock siempre fue alguien que movió el culo o un chabón que se dejó el pelo largo. Para mí es como decirle una mala palabra a una persona mayor, la uso en ese sentido: rock. Tiene que estar contra las reglas... ¡no puede parecerse a la publicidad de un celular!”. A continuación, algunas historias detrás de las fotos en boca del propio autor.

María Fernanda Aldana de El Otro Yo en Cemento marzo del 2000 MAR2000(5).

“A El Otro Yo lo iba a ver mucho antes de empezar a sacar fotos. En un momento empecé a seguir a otras bandas, porque EOY tenía un mensaje quizá para gente más joven. Pero un día hicieron un disco en vivo y me llamaron para hacer las fotos. Era la época de Abrecaminos, no lo conocía. Y lo empecé a escuchar y era tan fuerte la energía de la gente y de las canciones que me terminó gustando. Les pedí el disco y me volví a hacer fan. Fue muy gracioso, porque me sentí como adolescente de vuelta. O sea: si estás sacando fotos todo un recital, a las cuatro de la mañana, con una mochila, en un barrio lejos y tenés que volver a tu casa, te tiene que gustar. No es que sacás las fotos y listo.”

Backstage de Attaque 77, junio de 1996. JUN1996 (91).

“Hay gente que confunde backstage con camarín. El backstage es la parte de atrás del escenario. Esta foto es rock, aunque no esté tocando nadie. Están los instrumentos, las cajas en las que se guardan, los equipos. Hay bandas que tiene un backstage de chicas y esas cosas. Pero en general no es tan así. La fantasía es que ahí atrás hay locura, minas, drogas. Pero es un lugar normal. Incluso hay bandas que esperan sentadas cruzadas de brazos. Esto fue el día que aprendí a usar la credencial: no quería sacar fotos desde el público, entonces me hice una credencial falsa de un suplemento joven que no existía. Me trepaba al escenario para sacar fotos: como era más chico, nadie me decía nada. Si me pescaban tenía mi credencial: ‘Eh... Estoy perdido...’”

Estudios TNT, enero de 2000. ENE2000 (62).

“Esta era la sala de los Cadillacs, la misma en la que Pez grabó Convivencia sagrada. Charly García y todos los que pasaron por ahí dejaron su huella. Y justo en esa sala hay un fantasma. Un día estábamos ahí y de repente un cenicero empezó a moverse sobre un piano. Y se cayó. Un piano no está inclinado. Pasan cosas raras, se escuchan sonidos. Dicen que es el fantasma de Tanguito. Hay un tema de Pez, ‘Phantom Power’, que habla de eso. Es un lugar imponente, todo de madera, con los techos altísimos. Tener una sala de ensayo ahí es regrosso, aunque el lugar esté medio en bancarrota.”

Babasónicos en el Luna Park, mayo de 2006. MAY2006 (55).

“En los primeros discos, Babasónicos tenía performances, disfraces y locura. Ahora tienen algo muy destacable, que es el trabajo de Sergio Lacroix en iluminación. Los recitales son como una especie de lugar mágico en el que la luz juega un rol fundamental. Acá sólo quedaron iluminados Diego y Uma—T, que se ve detrás. Hay una cosa rara cuando vas a sacar fotos para shows, y es que no lo ves porque estás pendiente del encuadre y esas cosas. Ahora me encanta cuando toda la gente pela celulares: el público se ve como un arbolito de Navidad prendido. A veces en los fotologs veo imágenes que una pendejita sacó con un celular y que valen más que la foto de cualquier profesional. Mi idea del libro era que terminara diciendo: Ahora tomen sus celulares y háganlo ustedes mismos.”

Los Látigos en Cemento, febrero de 2003.

“Es la postal del libro. Me encanta: es un bardo, la foto más rockera. Hay una guitarra tirada, que casi no se ve. Eso es lo que me gusta: está todo roto. ¿Qué pasó ahí? Hay un banco tirado, un pedal, cables de colores, papeles, puchos. ¡Es un asco! Y eso es rock. Además es el escenario de Cemento querido, una catedral. Podría hacer un libro sólo con fotos de Cemento. Chabán me decía: ‘Vos estás loco, venís acá a gastar plata en estos rockeros...’. Después pasó lo que pasó... Los mejores recitales que vi fueron en Cemento, siempre. Siempre.”

Fun People en el ciclo Molotov en el C.C. Rojas, noviembre de 1996. NOV1996 (105).

“Cualquiera que quiera sacar fotos de bandas tiene que aprender a hacerlo con Fun People, o ahora con Boom Boom Kid. Nekro arriba del escenario es increíble: se tira sobre el público, se para sobre las butacas si es un teatro, salta, se trepa acá y allá. Y la gente lo quiere tocar. Y también está buenísimo sacarle fotos a la gente, que va con sus rastas y sus mochilas llenas de cositas. No me gusta que la gente sea normal: me encanta cuando vas a un recital y entrás en un lugar medio mágico, todos disfrazados como en El extraño mundo de Jack. El rock es para escapar, para salir de la realidad. Bueno, no sé: el rock tiene que ser lo que cada banda quiera que sea.”

Victoria Mil, marzo de 2006.

“Victoria Mil es una gran banda que todavía no llegó a ser grande. Tenía todos sus discos, del primero al último, pero nunca les había hecho fotos: ésta es la única. Conseguimos una limusina, se metieron adentro y saqué como tres rollos, porque es difícil conseguir que cuatro personas pongan una buena cara a la vez. La parte de afuera del auto era de terror. Después me enteré por Migue García de que es la misma limusina que usa Charly, la que maneja un bailantero.”

Wallas de Massacre en Cemento, marzo de 1998. MAR1998 (36).

“Los Massacre iban a editar un compilado de temas en vivo, lados B y rarezas. Y me pidieron que fuera a sacar fotos. Esta es muy buena, me gustó el ‘Wasted Youth’ de la remera. Porque Wallas es el más viejo de todos los que están en el libro, pero para mí es como el más joven. Lo he visto llegar a los shows en skate... ¡En skate! Se baja, entra, saluda y toca.”

SuperFluo, noviembre de 2006.

“El estilo de fotografía de La Chapelle está bien, pero a mí no me gusta: es muy producido. Uno puede hacer un retrato con lo que tiene a mano. Vos sabés que tal persona es así, entonces la sentás, le das una botella y hacés la foto: sabés que con eso la podés representar. Generalmente hago tres tomas. Cuando trabajo para algunos medios, me piden más. Pero a mí me gusta sacar una que tenga cierta espontaneidad. Mi sueño es que un músico venga y me diga: ‘Me gustaría disfrazarme de He-Man o de tenista’. Todo el mundo quiere hacer la mejor foto, pero lo que siempre te dicen es: ‘Hay una pared frente a mi casa que está llena de graffitis, vamos ahí’. ¡No, pará! ¡Probemos algo mejor! Los pibes de SuperFluo, cuando empezamos a ver qué hacíamos, me contaron que trabajaban en distintas oficinas. Los tres. Ninguna banda trabaja en oficinas: es muy raro. Y a la reunión caían con trajes, corbatas. Entonces dije: ‘La foto la tenemos que hacer de traje y en una oficina’.”

Tayda Lebon de Guruta, septiembre de 1997. SEP1997 (51).

“Están Tayda, el guitarrista Val y su novia. Está parado en un banco, uno arriba del otro. Fue una de las sesiones más divertidas que tuve en mi vida. Querían hacer algo medio hindú, por eso pusieron la tela con dibujos. Y también querían que hubiera un porro gigante. Pero cuando fuimos a sacar las fotos, ya se habían fumado la mitad. No podían hacer nada... Tampoco podíamos parar de reírnos. Salieron casi todas mal, falló la iluminación, pero ésta quedó buena.”

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