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Piel de verano

Siempre pisando el borde del porno –o al menos posicionándose como la más sexualmente explícita llegada del Reino Unido desde 9 canciones, de Michael Winterbottom–, brilliantlove, del director Ashley Horner (Newcastle upon Tyne, 1969), cuenta una historia de amor que se prende fuego. Al principio, la relación entre el fotógrafo aficionado Manchester (Liam Browne) y su joven novia taxidermista Noon (Nancy Trotter Landry) es una hecha de excesos, de libertad, de caprichos concedidos en el pequeño garage que habitan, y fundamentalmente libre de ropa la mayor parte del tiempo. Hasta que aparece un tercero; peor aún, un tercero con dinero y unos nubarrones grises se ciernen sobre el paraíso. ¿Cuánto valía esa vida de alegría y excitación permanente que están empezando a perder?

Mañana lunes 11 a las 22, y el sábado 16 a las 22.30 en el Malba, Av. Figueroa Alcorta 3415.

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La gran V

Las protagonistas de Too Much Pussy! (“¡Demasiada concha!”, por si queda alguna duda), la película –documental y road movie– de la fotógrafa francesa Emilie Jouvet (1976), son un grupo internacional de performers, el viaje hormonal de siete mujeres zarpadas, exhibicionistas, hedonistas sin pudor, aventureras. Trabajadoras sexuales, académicas, militantes feministas (y otras cosas), de Berlín, París, San Francisco, salen de tour con un espectáculo libre y liberador que recorre Europa cruzando fronteras y montando –con perdón– una performance salvajemente carnal, acrobática, fetichista, sadomaso, que promete grabarse a fuego en las retinas y los cerebros de quienes estén dispuestos a arriesgarse.

Domingo 17 a la 1.15, en Hoyts Abasto.

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La expulsión del Edén

Tras desobedecer a Dios y habiendo visitado el lugar de los “frutos prohibidos”, Adán y Eva intentan recuperar el paraíso perdido. Por cada fruta se narra una parábola sexual: la primera es sobre un hombre que ve a una mujer hermosa en el subte, y la sigue hasta el departamento de ella, donde tiene lugar una fiesta lésbica. Si quiere acostarse con ella, tendrá que aceptar una condición. La segunda es una historia complicada sobre sadomasoquismo, a lo que le sigue el rodaje de una película porno en medio del bosque, en los años ‘70. Y hay más: así se presenta Sex Equo, la película de Werther Germondari y Maria Laura Spagnoli, que el catálogo del festival define como “una serie de cuentos de sexualidad fetichista (con) el espíritu de la comedia picaresca italiana”. Indecente, graciosa, calentona y sin nada de culpa.

Hoy a las 21.15, en Hoyts Abasto.