La directora portuguesa Susana de Sousa Dias bucea en los archivos de la PIDE, la policía secreta de la dictadura de António de Oliveira Salazar, encontrando 16 fotos de prisioneros políticos. A partir de esas imágenes, se propone descifrar las historias de quienes aparecen en ellas. En un trabajo contrarreloj para hallar sobrevivientes, de pronto se encuentra a sí misma desenterrando recuerdos, las memorias que, explica, “surgen de las conflictivas emociones que dominan a los prisioneros” en el momento en que la cámara hace clic: hay quien parece confrontar a sus captores ante la lente. Hay también algunas “explicaciones” en los informes. Una mujer recuerda su inexplicable reflejo de sonreír ante la cámara, un reflejo que la ha acechado el resto de su vida. Por esta vía de entrada oblicua, De Sousa Dias ensaya un retrato posible de 48 años de sometimiento político en su país.

48 se da el jueves 21 a las 14.30, en la sala Lugones.