Bernardo Nante es doctor en Filosofía, profesor de Mitología y presidente de la Fundación Vocación Humana, su instituto ubicado en Palermo “que brinda una formación integral, basada en los saberes de las tradiciones de Oriente y Occidente”. Estudioso de la obra de Jung (aunque debidamente alejado de las fundaciones, centros y asociaciones junguianas de nuestro país), Nante no sólo afirma no ser junguiano, sino que su trabajo está orientado hacia “un agotamiento de sus fuentes de Jung para ir más allá”. El gnosticismo, la alquimia, los mitos. “Jung trató de rescatar textos que atraviesan Occidente pero que todavía no fueron asumidos y luego los utilizó para trabajar aspectos muy vigentes hoy en día: la materia, lo femenino y sobre todo el mal. Por eso a mí me interesa ir más allá de Jung”, explica. En ese sentido, el Libro Rojo –la materia prima de Jung– era su joya más esperada.

Nante leyó la versión alemana ni bien le llegó a las manos y, junto con el equipo de estudio que tiene en su fundación, se arrojó a su traducción sin contar todavía con autorización ni contrato. “Temía que apareciera de un modo poco serio”, dice con la satisfacción de la obra editada por la Fundación Malba en sus manos. Impreso en Verona, acá el libro cuesta $ 980 y se consigue en la coqueta Boutique ubicada en el subsuelo del museo.

Por la misma editorial, la salida del Libro Rojo está acompañada por El Libro Rojo de C. G. Jung. Claves para la comprensión de un libro inexplicable, un extenso libro en el que Nante ahonda en aquello que es su materia de estudio y las notas le resultaban muy breves para explicar: “Cada símbolo, cada personaje, incluso los términos que usa Jung corresponden a diferentes épocas en donde han tenido diferentes características. Si bien recomiendo una primera lectura del libro más inocente, absorbiendo la historia, luego creo que es importante identificar sus fuentes. Porque según Jung, esas figuras simbólicas que él describe y dibuja, están vivas en uno. El Libro Rojo, en ese sentido, está diciendo que el hombre contemporáneo debiera abrirse a su psique de una manera distinta, más profunda que lo hecho hasta ahora”.