Dom 02.12.2012
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El duque blanco

› Por Felisa Pinto

Aunque el reciente desembarco de Juan Gatti en Buenos Aires tenga la apariencia de un evento de mega rock star, los contenidos son bien diferentes. Sus destrezas gráficas y fotográficas abarcan imágenes deslumbrantes, no estridentes, que comienzan en sus collages de Ciencias Naturales en el Cceba, y continúan con Contraluz en el Museo Sívori, más una experiencia audiovisual en el Planetario, que reflejan en su esplendor la estética inimitable de Juan Gatti, años después de haber profesado todas las corrientes, desde el rock nacional en los ’60, hasta el punk y el disco en Studio 54 en Nueva York en los ’70 y la movida española en los ’80. Siempre subrayando el glam y la moda en todos sus momentos.

Al reencontrar a sus fans de antes y de ahora, deja notar que atrás han quedado sus épocas del rock nacional, cuando se convirtió en ídolo de la iconografía rockera en los ‘60. Y puente o eslabón necesario entre el rock y el pop porteño. “Sin embargo, nunca fui rockero ni rock star, pero sí adherí a David Bowie. Hoy creo que no hay nada más patético que un rockero maduro”, puntualiza.

Fue en aquellos días de 1967, cuando conocí a Juan, flaco como un mimbre, pelo largo y anteojos redondos con marco negro, a lo Trotsky. Me vendió chokers de cuero pintados por él con estética decididamente pop, para exhibir en mi tienda Etcétera en la Galería del Este. Ese día, en el colmo de la transgresión, vestía una mezcla de looks oscilante entre Led Zeppelin y Verónica Lake. Un tapado de piel de su tía Chira, un par de plataformas vintage y un sweater-bolero, tejido con amor por su santa madre, hecho con macramé y ramos de uvas tejidas sobre los hombros. Curiosamente, el tema de las uvas volvió a ponerlo de moda a través de los estampados que actualmente hace para Kenzo, tantos años después.

El propio Juan se acuerda de entonces: “En realidad, éramos neo-dandies en el Bar Moderno, donde confrontábamos verdaderas composiciones indumentarias. Ninguno quería parecerse a otro. Todo era ejercicio de creatividad y provocación. De algún modo, actos de heroísmo al enfrentar en las calles al transeúnte standard”.

En estos días, en que las barreras del coraje en el vestir han sido superadas hasta límites impensados, y el gusto del standard es la transgresión alocada, Juan vuelve a desafiar en camino inverso. Ahora, viste con el colmo del chic, una chaqueta firmada por Jill Sander de tono negro absoluto, y en el bolsillo superior, asoma milimétricamente calculado un pañuelo de seda natural a lunares blancos sobre negro. Calza zapatos de Weston, la misma etiqueta que haría los de Fred Astaire y los que Barbara Hutton elegía para Cary Grant, en París.

Una estela discretamente medida es la que deja al desplazarse. Huele a Fleurs d’oranger, fragancia diseñada especialmente para él por Le Lab.

Esas son solo algunas de las nuevas señales más visibles en su indumentaria y sensualidades con afeites varios. Siempre, sus gustos son irrenunciables y rigurosos. Se extienden tanto a la ropa como a la decoración interior de sus casas de Madrid y Buenos Aires, desde donde se ve la silueta completa del edificio Kavanagh y las flores de jacarandá o lapacho que empujan a Juan a venir para la floración.

También sus lecturas enfocan especialmente libros de moda que hace y devora, si son de otros. En las casi 300 fotos del Sívori, se advierte especialmente su devoción y mirada única. Igual regocijo en su experiencia audiovisual del Planetario.

En cuanto a su alma. Está actualmente alimentada por todos los libros de medicina ayurvédica y de nutrición cerebral. Su autor favorito es Eric Braverman cuyo libro Cerebro joven, mente aguda es consultado a diario por Juan.


Contraluz
Museo Sívori y Planetario Galileo Galilei
Av. Infanta Isabel 555 (frente al puente del Rosedal de Palermo)
del 9 de diciembre de 2012
al 17 de marzo de 2013,
Entradas:
Museo Sívori: Bono contribución $ 1.
Planetario: $20.
Martes a viernes de 12 a 20.
Sábados, domingos y feriados de 10 a 20.
Sábados y miércoles, gratis.
www.museosivori.org.ar

Ciencias Naturales
Centro Cultural de España en Buenos Aires (Cceba).
Sede Paraná 1159.
Hasta fines de enero de 2013.
Entrada libre y gratuita.
Lunes a viernes de 10.30 a 20.
www.cceba.org.ar

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