Domingo, 9 de septiembre de 2007 | Hoy
SANTA FE › EL TRIUNFO DE HERMES BINNER, LA GESTION, EL EQUIPO Y EL PJ QUE SE VIENE
Para intentar conocer lo que puede suceder en el futuro, es primordial entender lo que pasó el domingo pasado en los comicios que ganó con amplitud el candidato del Frente Progresista. Los que se acercan al "campeón" para anotarse y los nuevos herederos del peronismo santafesino.
Por Pablo Feldman
A esta hora, la expectativa está puesta en lo que va a pasar. Por primera vez en la historia argentina habrá un Gobernador, que para llegar a serlo debió derrotar a la única fuerza invicta desde su aparición en la escena política: El partido Justicialista que en Santa Fe, sólo conocía las mieles del triunfo. Pero para intentar conocer lo que puede suceder en el futuro, es primordial entender lo que pasó: De eso trata esta nota.
Hasta las 7 de la tarde, Rafael Bielsa se negaba aceptar lo que desde el mediodía el Gobernador Jorge Obeid ya contaba como información: El socialismo se imponía por un margen indescontable, según los "cortes" de los boca de urna de todas las encuestadoras, menos Julio Aurelio, que entró y salió por la puerta de proveedores del Hotel Riviera la tarde del comicio. La información llegaba desde las diferentes ciudades, y en todos los casos la victoria de Binner "arrastró" a candidatos a Intendente que a priori no tenían chances. A la paliza histórica en Rosario -casi 30 puntos de diferencia- se sumó la victoria en Santa Fe, Rafaela, Villa Gobernador Galvez, Venado Tuerto y Villa Constitución. En la capital provincial, Villa Gobernador Gálvez, San Lorenzo y Villa Constitución, el arrastre de Binner posibilitó que sus candidatos a intendente se alzaran con el triunfo. En Rafaela, y Venado, los referentes locales se hicieron sentir y el corte de boleta funcionó para evitar ser arrazados. Así, Omar Perotti ganó por 20 puntos cuando Bielsa perdió contra Binner. Y en Venado, el peronista más votado fue Ricardo Spinozzi que ganó la senaduría aún cuando en el voto a Gobernador Binner fue el que más cosechó.
La clave del triunfo fue Rosario. La casi idéntica elección de Binner y Miguel Lifschitz -unos miles más para el candidato a Gobernador- le dieron una luz de 150 mil sufragios sobre un PJ que apenas sumó 40 mil votos a los que cosecharon sumados Agustín Rossi y Rafael Bielsa en las internas abiertas. En la elección municipal, no dejó de llamar la atención que Héctor Cavallero que rondó los 30 puntos, sacó más votos que María Eugenia Bielsa, que aparecía como principal atractivo electoral del FPV en la ciudad. El corte de boleta, no fue en este caso para dejar fuera del sobre a Cavallero, sino a la vicegobernadora.
Lifschitz ganó en todas las seccionales, y a partir de ello se afianza en una gestión que durante la campaña fue apuntada de "no atender a los barrios".
La ciudad de Santa Fe, tradicionalmente peronista, fue sede de otro triunfo histórico: El radical Mario Barletta que se vio claramente beneficiado por la tracción del voto a Gobernador y por la polarización que derrumbó las chances de "Cachi" Martinez que no pudo siquiera retener los votos que juntó en la elección primaria de julio.
No va más
Pero los casos más emblemáticos de la elección del domingo fueron los resultados en Villa Gobernador Galvez y San Lorenzo. En "Pedrolandia" se acabó lo que se daba, y fue el propio Pedro el que se bancó salir a reconocer las derrota cuando Bielsa todavía escuchaba a Julio Aurelio que le susurraba que "ganás por dos puntos", tanto que lo llevó a rentar un avión que todavía está en el hangar con el plan de vuelo vencido.
San Lorenzo es otro ejemplo, allí el matrimonio Traferri/de la Quintana perdió todo, el "Pipi" la senaduría, y Mónica la intendencia.
Modelos prevendarios y clientelistas que terminaron agotando la resistencia inclusive de los supuestos beneficiarios. El crédito abierto a Daniel Murabito es en principio un rechazo a "más de lo mismo" y es de esperar que el joven Intendente electo -lo mismo que muchos de sus colegas que "ligaron" con Binner- estén a la altura de las circunstancias.
En el peronismo
La arrogancia de Rafael Bielsa -que dijo más veces "yo" que cualquier otra palabra en su discurso aceptando la derrota- no le permitió reconocer que Binner había ganado. Más aún, dijo que "tengo el celular abierto" para el caso de que Binner quisiera llamarlo. ¿Para qué habría querido llamarlo Binner, después de que el Presidente lo felicitó por el triunfo? Como "pasajero en tránsito" el ex diputado por la Capital Federal entregó los tickets, canceló su cuenta en el Hotel Howard Jhonson -donde vivió los 4 meses de campaña- y volvió a su casa en Buenos Aires. Detrás suyo no dejó nada. El "bielsismo" duró lo que el frío, cuatro meses y se fue. Ahora los diputados electos, los senadores, y la militancia en general están buscando referentes. El primer nombre que aparece es el de Agustín Rossi que se arrebató levemente cuando anunció que "el próximo Gobernador será Rafael Bielsa" cuando ya en el bunker socialista había festejos, pero no tenía otra alternativa, era el dirigente de mayor peso en el lobby del Riviera y había escuchado al vendedor de humo cuando dijo "gana el FPV por 2 puntos". Más allá de esto -que no pasa de una anécdota- Rossi "jugó bien" durante la campaña, y nadie podrá levantar un dedo para acusarlo de haber retaceado apoyo al candidato. No es el caso de Carlos Reutemann que apareció cuando vino el Presidente, y un par de veces más, pero no como el "Chivo" y ni siquiera como el propio Kirchner.
Si bien algunos senadores reportaron al Lole en su momento -Spinozzi es el más destacado- de ahora en más buscarán su lugar bajo el sol. La elección del domingo mandó más que a boxes a Cap Ferrat al ex piloto, cosa que no parece afectarlo demasiado. Reutemann salió de pistas cuando se troncó la posiblidad de ser el vice de Cristina, cosa que nunca fue considerada seriamente por parte del Presidente.
El otro dirigente de la vieja guardia es Jorge Obeid, que será candidato a diputado por pedido del Presidente, pero que cambiaría su banca si en una eventual presidencia de Cristina le ofrecieran ser Embajador en La Habana.
Obeid que fue castigado por Oscar Lamberto, era en rigor el único que no podía ser candidato. Tal vez el reproche mayor no debería ser la derogación de la Ley de lemas, que había prometido durante la campaña que lo depositó por segunda vez en la Casa Gris, sino la elección del candidato. Muy cerca de Obeid le dijeron hasta el cansancio que Bielsa era "piantavotos" Obeid no lo creyó, estaba convencido de que era el momento de un Gobernador rosarino. Y en eso no se equivocó, sino en creer que Bielsa encajaba en la descripción. Haber nacido a orillas del Paraná no alcanzó para convencer -especialmente a los rosarinos- de que era "de acá". Su música de fondo de campaña fue el "Rosario siempre estuvo cerca" que compuso Fito cuando se fue a vivir a la Capital Federal.
Habrá que prestar atención, después de mucho tiempo de desdén a los dirigentes del interior, Perotti podría ser uno, pero su temperamento parece un límite infranqueable -por ahora al menos- para asumir el liderazgo.
En el socialismo
"En todos los equipos hay colados", decía el Flaco Menotti cuando miraba la foto de los campeones. Y más allá de que le pasó el cuarto de hora, César tenía razón. El escenario del Patio de la Madera el domingo pasado ratificaba la sentencia del DT. El festejo de Rubén Giustiniani parecía real, no tenía nada que ver con el Senador que la semana previa le decía a sus compañeros que "hay que prepararse para una derrota", o que hablaba con empresarios proyectando un escenario de cara a las presidenciales "después de la derrota de Hermes". Al parecer tanto estar en Buenos Aires, y rodeado de la mayoría oficial le hizo perder de vista la "ola" que se venía en Santa Fe. Pero el Presidente del partido integra ahora la fórmula junto a Lilita Carrió, y tendrá una excelente oportunidad de demostrar su potencia electoral en Santa Fe. Otra "pasante" del palco era María del Carmen Alarcón, que no mostró el más mínimo recato, tal vez entusiasmada con la indulgencia de los socialistas que no se privaron tampoco de entreverarse con Rafael Martínez Raymonda, el ex-embajador de la dictadura militar.
No es todo lo que pasó pero sí pasó. Resultará interesante ver -cuando decante la euforia- con quiénes va a gobernar Hermes Binner. Le costó trabajo -pero rindió frutos- dejar el lastre de "Mimí" como para cargar la mochila con fósiles políticos o dirigentes de dudosa reputación. Pero hay que darle tiempo al tiempo, y esperar que pese más la imagen que el Gobernador electo levantó en el portarretratos con el que subió al escenario del triunfo, que algunos rostros de los "amigos del campeón".
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