Un estudio realizado por la UNESCO en seis países de América Latina durante 2004 y 2005 revela que el malestar docente y los problemas de salud que acarrea afectan directamente al rendimiento docente en el aula. En ese marco, el director del Area de Salud Laboral de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario, Jorge Kohen, quien intervino en este trabajo, analizó el malestar docente y trazó algunas perspectivas positivas a partir de las políticas implementadas por el nuevo gobierno. De cualquier manera, advierte que para revertir esto hay que atender a los maestros. "El efecto del modelo neoliberal en diez años de aplicación hizo que lo que era malestar en 1995" -de acuerdo con una encuesta nacional realizada por Ctera- "al no haber intervenido sobre las causas, aquellos docentes que tenían fatiga crónica, síntomas asociados al cansancio, dolores, terminaran con una patología instalada", explicó el doctor Kohen.

Según el profesional, "las causas referidas al malestar docente están vinculadas con las condiciones de trabajo de tipo edilicio, pero también de todo lo que viene de las condiciones de vulnerabilidad de la población estudiantil con la que los docentes trabajan, la precarización laboral del magisterio, y la existencia del presentismo".

La UNESCO "quería ver qué impacto tiene en la calidad educativa las condiciones de trabajo y la salud. Justamente este estudio arrojó entre sus principales conclusiones que cuando el docente tiene problemas de salud disminuye el rendimiento de manera muy significativa", mientras que "otro tema fue la generalización -en la Argentina- de la violencia en la escuela, que dejó de ser un problema del contexto de la problemática educativa para permear toda la actividad educativa, tanto las escuelas consideradas marginales como las escuelas del centro. Y esta es otra de las causas de este problema".

De todas formas, Kohen remarcó que "en este momento hay perspectivas interesantes de pasar de una política que no tuvo en cuenta la problemática de la salud del magisterio a una política distinta, sobre todo en la provincia de Santa Fe", teniendo en cuenta "la creación del Departamento de Bienestar Docente, y que la primera medida que ha tomado (el gobernador Hermes) Binner fue reparar las escuelas y tomar en cuenta el estudio que había hecho Amsafe sobre este tema". En realidad el gobernador anunció junto a su ministra de Educación, Elida Rasino un programa para reparar las escuelas dañadas para que puedan comenzar con normalidad las clases en la primera semana de marzo próximo.

Mientras tanto, a nivel nacional destacó la "asignación del 6 por ciento del PBI a Educación, la participación de los gremios en la confección de la política, y fundamentalmente la intención del gobierno de sustituir un modelo neoliberal por un modelo más equitativo, en consonancia con lo que está pasando en varios países de América Latina, como Venezuela, Ecuador, Brasil, Bolivia", y profundizó en que "toda esta nueva perspectiva que se abre para América Latina a partir de la definición de nuevos objetivos para el Mercosur, una integración más independiente de América Latina, permite revertir esta situación".

Sin embargo, consideró que "para los maestros que ya tienen el problema hay que conformar un equipo asistencial interdisciplinario que les permita revertir la situación -fundamentalmente hacia la salud mental- y reinsertarse en algún lugar del sistema educativo, mientras que para los que están en la primera etapa de fatiga crónica, habría que hacer una labor de prevención e ir modificando la concepción de lo que es la salud laboral docente con una política de mejorar las condiciones de trabajo, atender seriamente la problemática de la violencia en la escuela, acompañar al docente con un equipo interdisciplinario especializado, y modificar el régimen de licencia y clases para permitir que el magisterio pueda tener un sistema de descanso distinto".