Con un acto realizado en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno de Santa Fe se recordó ayer mediodía a las víctimas del Holocausto. Para el gobernador Hermes Binner "la mayor tragedia del Holocausto es la de olvidar, creer que esto nunca más va a volver a ocurrir", y llamó a trabajar para lograr "un mayor entendimiento y diálogo, sin minimizar los problemas, porque es la forma de entender que todos pertenecemos al género humano sin ninguna diferencia".

Del encuentro participaron además, el presidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas (Daia) de Santa Fe, Marcelo Borovioff; y el director para Latinoamérica del museo Yad Vashem, Mario Sinay, a través de una comunicación telefónica desde Jerusalén.

De esta manera se conmemoró el Día Internacional del Holocausto, cuya recordación (los días 27 de enero) fue instaurada por la Asamblea General de las Naciones Unidas. El 27 de enero se liberaron los campos de concentración nazis en Europa, en 1945. La tragedia del Holocausto significó el exterminio, por parte de los nazis, de seis millones de judíos y más de un millar de polacos, rusos y gitanos, entre otros.

A través de esa resolución, la ONU insta a los Estados miembro a elaborar programas educativos que inculquen a las generaciones futuras las enseñanzas del Holocausto, para prevenir actos de genocidio como los vividos durante la Segunda Guerra Mundial.

Al referirse al Holocausto, Binner dijo que "estos hechos no son ajenos a los argentinos" y recordó el atentado contra la Embajada de Israel. "Muchos quisieron hacer ver que era un hecho casual, hasta que llegó el ataque a la Amia y comprendimos todos la necesidad de velar por la democracia, por el entendimiento, la solidaridad y la vida".

Borovioff, destacó que "recordar y educar" son las dos lecciones básicas y el ejercicio que día a día los seres humanos debemos asumir como tarea, para lograr que "lo que pasó, no vuelva a suceder". Sobre el reconocimiento de la ONU y la conmemoración del Holocausto, expresó que "la dirigencia mundial demoró 60 años en darse cuenta que el ejercicio de la memoria era algo que tenía que tener dimensión universal".