Desde Santa Fe

La líder del Sindicato de Amas de Casa de Santa Fe, Isabel Zanutigh, denunció el golpe inflacionario que provocó el lock out del campo al bloquear el paso de camiones con alimentos en los piquetes y cortes de rutas del país. "Aquí hay una ley de desabastecimiento pero el gobierno no la aplicó y por lo tanto los alimentos no llegan a la gente y para nosotros eso es un acto de terrorismo. Cortar el alimento a la población, donde siempre pierden los más pobres, es un acto de terrorismo", dijo Zanutig

"No se puede, bajo ningún punto de vista y con ningún tipo de justificación, cortar el paso de los alimentos para que justamente las familias y los hogares argentinos tengan lo que tienen que tener en la mesa. Eso no se justifica de ninguna manera. ¿Cómo se puede dejar pasar los autos particular y no los alimentos?", se preguntó.

"Entonces, ¿qué tienen que hacer las mujeres con hijos, que no pueden ir al supermercado y acaparar 10 kilos de leche en polvo porque viven al día y sobre porque cobran un sueldo miserable o ni siquiera tienen sueldo? ¿Cómo hacen para alimentar a los chicos en esta situación?, volvió a plantearse Zanutigh.

- El temor es que atrás del reclamo por el aumento de retenciones se escondan otras cuestiones ideológicas. Por ejemplo de gente que dice: 'No me gusta la presidenta y la composición ideológica del gobierno, entonces vamos para adelante' -le planteó un periodista de LT9.

- No es un temor, eso es lo que está pasando y me parece terrible que pase eso. Yo he escuchado por la radio cosas infames. La presidenta de la Nación es la presidenta por más que yo no la haya votado, es legítima, fue votada por la mayoría del pueblo argentino y hay que respetarla.

- Pero ya hay cuestionamientos al sistema democrático, situaciones que van más allá del reclamo que uno puede compartir de los pequeños y medianos productores, pero que desenmascaran intereses ideológicos.

- Por supuesto, intereses ideológicos que se deslizan en los discursos. Acá hay mucha impunidad para hablar. Nadie les dice nada a los que dicen barbaridades y tienen un poder para hablar. Yo respeto a la persona que está confundida, que habla desde su casa, pero no respeto al que está cumpliendo una función dicen barbaridades y siguen aflorando odios.