El lunes, Hermes Binner llamó a su colega de Entre Ríos, Sergio Uribarri y le reclamó que "tome medidas urgentes" ante los incendios sin control en el delta enterriano. Ayer, el gobernador recibió otra llamada, pero esta vez del ministro del Interior, Florencio Randazzo, con un planteo que lo sorprendió: "¿Quiénes están prendiendo fuego en los campos de Santa Fe?". "Eso preguntáselo al gobernador de Entre Ríos", respondió Binner, en tono cortante. Los cruces telefónicos revelaron el malestar de la Casa Gris por un fenómeno recurrente que sufre la costa santafesina, sobre todo Rosario: la quema indiscriminada de pastizales en Entre Ríos que este año se convirtió en catástrofe: 60 mil hectáreas devastadas y una humareda que llegó a Buenos Aires y Montevideo. "Si el gobierno de Entre Ríos no pone en caja esta situación los incendios se van a repetir", advirtió el ministro de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente, Antonio Ciancio que exigió soluciones de fondo: un freno al avance de la frontera agropecuaria y un cambio en la legislación que protega las islas del Paraná. Después del cruce con Uribarri, Binner tomó la iniciativa: envió a su ministro Ciancio a una audiencia con la secretaria de Medio Ambiente de la Nación, Romina Picolotti, para plantearle que no eran "focos de incendios aislados sino una cuestión territorial" que exigía la intervención de la Casa Rosada. Y ayer, cuando Randazzo convocó a los gobernadores de Entre Ríos, Santa Fe y Buenos Aires para tratar la crisis, delegó la representación santafesina en el secretario de Medio Ambiente de la provincia, Cesar Mackler, quien no pudo viajar (ver aparte).

El ministro de Gobierno y Reforma del Estado, Antonio Bonfatti, confirmó el reclamo de Binner a Uribarri. "Lo llamó el lunes preocupado por la cantidad de quemas de pastizales en las islas. Esto es un hecho recurrente cada año. Y le manifestó que tome medidas al respecto porque nosotros, salvo el caso de un basural en Sauce Viejo y de una quemazón de pastizales el miércoles, en Granadero Baigorria, que logramos apagar, no hemos tenido problemas en la provincia de Santa Fe. Pero sí sufrimos la recurrencia anual de este método tan viejo del rozado, que es quemar el pasto seco para que vuelva el verde, que cuesta vidas humanas, contaminación, desequilibrio del medio ambiente. Por lo tanto, reclamamos que el gobierno de Entre Ríos tome las medidas que sean necesarias", señaló Bonfatti a Rosario/12.

El ministro Ciancio aportó otro dato estremecedor: los incendios ya devastaron 60 mil hectáreas del delta enterriano, aunque el gobierno nacional asegura que son más de 70 mil. "La quema de las islas de Entre Ríos va a tener un impacto ambiental muy importante. Porque realmente lo que se está produciendo (con la humareda sin control en las rutas) con el costo de vidas humanas no sé si se mide en su real magnitud. Esto debería ser un llamado de atención para todos", dijo por la emisora LT9. El martes, Ciancio se reunió con la secretaria Piccolotti. "Le propusimos que el gobierno nacional tomara cartas en el asunto, que transformara esto en una cuestión territorial porque no era un foco de incendio aislado. Y parece que esto ocurrió porque hoy (por ayer) el ministro del Interior llamó a los gobernadores (de Entre Ríos, Santa Fe y Buenos Aires), que era lo que queríamos para conversar sobre esta cuestión", explicó. Sin embargo, a pesar de lo que dijo Ciancio, Binner no fue a la convocatoria de Randazzo.

-¿No tiene la sensación que el gobierno nacional siempre actúa sobre los hechos consumados?, le preguntaron ayer a Ciancio.

-Parecería que es así -contestó el ministro de Binner. "Pero en Entre Ríos se combinan lo urgente y lo importante. Lo urgente, frente a una quema de pastizales de esta magnitud y no tener los medios (para sofocar los incendios) porque, evidentemente, los medios suficientes no están. Y yo no sé, cuando se queman 60 mil hectáreas de islas, cuáles son los medios suficientes. La verdad que uno reflexiona sobre esta situación y ayer la vimos desde el aire, porque finalmente volvimos en avión a Santa Fe porque era la única manera de llegar. Y esto va a cobrar una magnitud tal que difícilmente uno la pueda dimensionar", volvió a alertar Ciancio.

"Lo cierto es que acá hay que cambiar legislación, hay que disponer otra cosa. Hay que enfrentar el avance de la frontera agrícola, porque esto es consecuencia de eso, la quema de pastizales para llevar ganado a las islas, que antes era una práctica artesanal, pequeña, muy medida, pero que ahora ha cobrado una dimensión inusitada. Entonces, ahí tenemos 60 mil hectáreas de islas que se quemaron, total cuando llega el poder a combatir (los incendios) el trabajo ya está hecho. Un impacto en la fauna y en la flora del lugar. Y la concentración de 200 mil o 300 mil cabezas de ganado en un territorio que no está preparado para eso porque los animales producen una impermeabilización y hasta una compactación de los suelos por el peso", concluyó el ministro de Binner.