Marta Ferreyra, la madre de Daniela Spárvoli, la docente rural violada y asesinada en Cañada de Gómez, se mostró ayer "complacida" con el pedido hecho por la fiscal de la causa, Lucía Araoz, que solicitó prisión perpetua para el confeso autor del brutal crimen. Sin embargo aclaró que una vez sentenciado Juan Pablo Carrascal "se cerrará solo una parte de la historia, ya que en el cuerpo de mi hija se encontraron dos patrones genéticos distintos con lo cual falta aún saber quién fue la otra persona", advirtió la mujer. El crimen ocurrió en mayo de 2003, y un mes después fueron detenidas dos personas, quienes a los pocos días fueron liberadas por falta de pruebas. Recién se logró un nuevo arresto en setiembre de 2006, cuando fue apresado Carrascal en Mendoza.

"No estoy de acuerdo ni conforme con toda la investigación, porque esta es solo una parte que se ha esclarecido y queda en suspenso otra: si siempre me hablaron de dos patrones genéticos hasta que no me digan de quiénes son no voy a decir que todo terminó", señaló Marta Ferreyra.

El lunes pasado se conoció que la Fiscalía en 1ª instancia pidió la pena de prisión perpetua para Carrascal, el único detenido por el hecho, quien confesó la autoría del homicidio y además fue sometido a una prueba de ADN, cuyo patrón genético dio positivo. Araoz pidió la reclusión perpetua de quien hoy espera sentencia en la cárcel de Coronda.

La hipótesis de que hubo una segunda o tercera persona nunca se descartó. Según los dictámenes forenses Daniela murió por estrangulamiento y no se descartaba que hayan sido por lo menos dos los que la asesinaron, aunque sobre este hecho no se avanzó demasiado.

La joven maestra fue violada y asesinada cuando regresaba de dictar clases desde la escuela Loma Partida, de Villa Eloísa a Carcarañá. El trayecto lo hacía a dedo, ya que el magro sueldo que percibía por su tarea no le permitía utilizar otro medio de transporte. Fue vista por última vez con vida en la estación de servicios YPF, en cercanías de Moreno y la ruta 9 de Cañada de Gómez, durante la tarde del 11 de mayo de 2003. Al día siguiente, agentes de la Unidad Regional X de Cañada de Gómez iniciaron un rastrillaje por la zona rural del distrito y, pasado el mediodía, hallaron el cuerpo de la maestra. Estaba semidesnuda, con el cuerpo tapado por ramas junto a un alambrado y a un árbol caído, a casi 1.200 metros del kilómetro 370 de la ruta 9.

La investigación se estancó hasta setiembre de 2006, cuando la Policía de Mendoza logró la detención de Carrascal, quien estaba siendo buscado por las Tropas de Operaciones Especiales (TOE) luego de que un examen de ADN realizado dos meses antes diera positivo. Carrascal, quien vivía en Las Parejas, se había divorciado meses atrás y, desde fines de junio de 2006, estaba trabajando en una confitería del centro de General Alvear, localidad situada a 90 kilómetros de San Rafael.

Carrascal reconoció en sede judicial ser el autor del hecho, al describir que la subió a una camioneta Renault Express y la llevó hasta un camino rural, donde la sometió y luego estranguló, ante el temor de ser acusado por Spárvoli. El entonces gobernador Jorge Obeid había fijado una recompensa para quien aportara datos del homicida.