El secretario de Asuntos Penitenciarios Leandro Corti salió ayer al cruce de una denuncia de seis internos rosarinos alojados en la Cárcel de Coronda, que aseguran que un guardiacárcel les había entregado la llave del pabellón para cobrar venganza por la masacre de 2005, que le costó la vida a 14 detenidos. "Nunca exhibieron la supuesta llave, así que ordenamos una requisa que tampoco la halló", apuntó el funcionario. Corti relacionó el hecho con "la intención que tienen de ser trasladados a otros ámbitos penitenciarios y policiales". En este sentido aclaró que "lo que buscamos es ser coherentes con los traslados, y siempre accedemos cuando hay riesgo físico para el detenido. No me parece que sea este sea el caso, no hay motivos para acceder", sentenció al tiempo que desmintió que el clima dentro del penal de Coronda haya cambiado en los últimos días, al conocerse el fallo de un juez que despegaba al Servicio Penitenciario de cualquier connivencia en la masacre de 2005. Según la Coordinadora de Trabajo Carcelario (CTC) "estas situaciones ponen en riesgo la paz intramuros y requieren una solución urgente por parte de las autoridades. Evitando la violencia y garantizando la vida e integridad física de quienes formulan una denuncia de tal envergadura. Que en este sentido hace días venimos hablando con las autoridades sin que hayan tomado medidas para resolverla".

La CTC había denunciado que "los internos pretenden devolver la llave, pero sus reclamos no han sido escuchados ni por la justicia a la que le pidieron traslados ni por las autoridades penitenciarias". Carmen Maidagan, de la misma organización, también había remarcado "el clima que se respira es de malestar entre los presos que recibieron de mal modo la decisión judicial de liberar de responsabilidad al Servicio Penitenciario", por las catorce muertes ocurridas.

Ayer en diálogo con Rosario/12 Corti aclaró que había ordenado "tomarle una exposición formal y escrita a las personas alojadas en este pabellón, que daban cuenta de este presunto elemento que ellos definen como la llave que abría la puerta de acceso al otro sector del penal. Pero nunca exhibieron la presunta llave a pesar de haberlo solicitado en varias oportunidades, por lo cual llevamos adelante una requisa porque no puede existir un elemento de estas características dentro del pabellón y no se determinó la existencia de ninguna llave tal como lo plantearon los internos".

Para Corti, "este episodio está conectado con el planteo de varios de estos mismos presos que habían pedido traslados a otros ámbitos penitenciarios y policiales como por ejemplo a Rosario. Pero estos traslados no pueden ser realizados debido a determinadas características de esos internos y en función de una política de coherencia en orden al lugar donde se aloja a la gente".

"Lo que enfatizamos -remarcó Corti- es que no se pudo detectar esa llave, que además no exhibieron cuando se les solicitó, y es más sugestivo aún porque lo plantean en un esquema de un supuesto traslado donde no argumentan ninguna razón fundada como el peligro de su integridad física . Tampoco argumentan ese famoso conflicto que se podría haber reavivado a partir del procesamiento del director y subdirector de la cárcel de Coronda, ocurrida en abril de 2005".

Según Corti, "los internos nunca plantearon esta conexión que la Coordinadora de Trabajo Carcelario esta publicitando por los medios, entre la existencia de esta llave con los traslados solicitados y el malestar por el procesamiento los jefes de la unidad por la masacre del 11 de abril". Corti también remarcó que "no nos podemos prestar a otorgar cualquier tipo de traslados, sino que debemos guardar una coherencia con la política de alojamiento de presos. No podemos hacerlo sin tener elementos concretos y fundados. Pero también hay que dejar en claro los criteros de seguridad: uno de los internos de los que planteaba el traslado está involucrado en el homicidio de un taxista en la ciudad de Rosario, que pedía ir a una dependencia policial rosarina", argumentó.