"Queridos y admirados amigos músicos del ProMúsica Niños de Rosario: Soy colombiana, profesora de música hace 30 años. Mis hijos ya adultos en este momento y profesionales crecieron con la música de ustedes, y yo como maestra fui inspirada por el hermoso trabajo que desde hace 40 años ustedes hacen y ha sido un legado para la educación musical en nuestros países de habla hispana. Gracias nuevamente por la alegría y la belleza que nos trajeron por su paso por tierra colombiana. Atentamente, Patricia Gamba (Bogotá)". Esta es una de las tantas cartas de felicitación y agradecimiento que recibieron los ocho integrantes del Conjunto ProMusica Niños, en respuesta a la maravillosa gira de conciertos y actuaciones que realizaron el pasado mes de abril por Colombia.

De vuelta en Rosario, un aluvión de emotivos mensajes, llamados y correos electrónicos fue el gratificante recibimiento, a modo de Premio, ante el fantástico desempeño allí realizado por este grupo de talentosísimos y multifacéticos músicos que -bajo la Dirección Artístico General del Maestro Cristián Hernández Larguía- se halla actualmente integrado por Susana Imbern (contralto, bombarda, flauta dulce, pincullo, cromorno y percusión), Carolina Helman (contralto, viola da gamba, flauta dulce, cromorno, acordeón, percusión, bajo eléctrico y charango), Manuel Marina (tenor, viola da gamba, flautas dulces, cromorno, pincullo, siku y percusión), Débora Abecasis (soprano, flautas dulces y traversa), Sandra Alvarez (soprano, metalofón y percusión), Ariel Mamani (guitarra, percusión), Ernesto Bianchetti (tenor y percusión) y Franco Giglione (bajo, viola da gamba tenor, percusión, bajo eléctrico y cromorno bajo).

La gira, que comenzó a mediados del mes de abril y concluyó a fines del mismo mes, incluyó una serie de conciertos didácticos y talleres, así como también, actividades lúdicas y pedagógicas, siempre girando en torno a la enseñanza musical para los infantes. "Del 16 al 20 de abril estuvimos en Medellín, asistiendo al Tercer Encuentro Internacional de la Canción Infantil. Allí hicimos talleres durante dos días consecutivos y un concierto final en el Teatro Metropolitano de Medellín, al día siguiente", dice a esta redacción Susana Imbern, y continúa detallando: "El 22 de abril dimos un concierto en Pasto, en la Sala del Banco de la República, y luego vendrían más conciertos y talleres en Leticia (Amazonas) y en Bogotá (en diferentes salas y lugares), para concluir el día 27 de abril".

Dentro de los talleres ofrecidos, se destaca especialmente aquel que fuera dictado por Carolina Helman, "Juguemos a la ronda". "El objetivo era tomar conciencia de la importancia de los juegos infantiles de tradición oral y que el contenido de tales juegos musicales acercan a los niños a la literatura tradicional entre otras cosas", señala Helman en diálogo con Rosario/12, y agrega: "En la parte práctica del taller, la gente reunida en grupos tenía que representar rondas de su infancia. Fue muy divertido y conmovedor ver a hombres, mujeres, jóvenes; algunos estudiantes, otros profesionales, artistas, escritores, todo mundo, bailar sin inhibición y reír mientras compartían la ronda escogida. Colombia tiene un pueblo muy educado, con regiones musicales riquísimas en ritmos, letras, instrumentos y juegos. Fue un placer tomar contacto con ese pueblo tan desprestigiado y estigmatizado por causas políticas que todos sabemos. El taller contó con una asistencia de gente increíble, superando ampliamente nuestras expectativas"

Es que el ProMusica Niños -que comienza sus actividades en 1969- fue creado con el original propósito de contribuir con la formación musical desde la primera edad a través de grabaciones discográficas de repertorio dirigido a los niños. Poco a poco el proyecto fue creciendo, y esta firme labor se completa con la realización de espectáculos didáctico-musicales a cargo de sus integrantes.

Sin duda, es un orgullo para la ciudad contar con un proyecto de esta envergadura, ya que estos verdaderos "espectáculos didáctico-musicales" son un compendio de diversas actividades que apuntan a la educación musical de los niños, contribuyendo a la formación de los pequeños desde la óptica del arte. A través de cuentos musicales y juegos como adivinanzas, ecos y sonorización de gestos con onomatopeyas -entre la infinidad de recursos que aportan sus integrantes-, se pretende el adiestramiento musical del infante y el reconocimiento auditivo de los tres ingredientes básicos que conforman el sonido: la altura, la intensidad y el timbre.

"Fue emocionante sentir tanta ovación, la gente nos hacía ver que habían crecido con nuestras canciones por generaciones. Hemos sido invitados por el Banco de la República a volver el año que viene para realizar nuevamente talleres y conciertos. Es muy halagador", conluye Helman.