La presidenta Cristina Fernández de Kirchner aprovechó su visita a Arroyo Seco, para la inauguración de la nueva planta industrial de Grimoldi, que el último trimestre del año la desocupación bajó un 0,3 por ciento respecto al año anterior. "Esto significa que miles de trabajadores encontraron un trabajo, mientras sigue creciendo el empleo registrado o en blanco", expresó la primera mandataria, que estuvo acompañada por el gobernador Hermes Binner, aunque el contacto entre ellos fue mínimo y frío. También estuvieron el intendente de Arroyo Seco, Rubén Gres; el ministro del interior, Florencio Randazzo y el titular de la firma, Alberto Grimoldi, así como el gerente Hernán Grimoldi, a quien la presidenta ponderó por sus características empresarias y su juventud. En un discurso de marcado tono industrialista, Fernández de Kirchner dijo que el país "necesita de buenos empresarios, no empresarios buenos, que den trabajo bien remunerado a sus empleados y capacitación, porque esto da mayor calidad a sus productos".

Por su parte, el gobernador también se subió a la ola. "Santa Fe no quiere exportar porotos de soja, no quiere exportar, como en la época de la colonia, cueros para después importar de Inglaterra cintos para los gauchos. Por eso hablamos de cadena de valor, de una producción que permita la producción primaria pero también el producto final y de alta calidad", indicó Binner.

No pareció un gesto improvisado. El regreso de la presidenta a la provincia, luego del prolongado conflicto agropecuario, tuvo como escenario la fábrica de calzados Grimoldi en Arroyo Seco. Allí, la empresa inauguró su nueva planta industrial, con una inversión de 5 millones de dólares que le permitirá duplicar su producción a un millón de zapatos por año (500 mil pares), para lo cual incorporará 150 nuevos operarios.

A las 12.22 llegó a Arroyo Seco el helicóptero que trasladó a la presidenta desde el aeropuerto de Fisherton junto al gobernador Binner. En una punta se encontraban los militantes kirchneristas. Del otro lado, y custodiados por un importante número de efectivos de la Gendarmería, un centenar de productores rurales pugnaban por entregarle un petitorio (ver aparte). Al bajar del helicóptero, Cristina Fernández se dirigió hasta el lugar donde estaban los militantes que habían ido a saludarla y escuchó palabras de elogio.

Acompañada por Binner y el titular del bloque de diputados nacionales del Frente para la Victoria, Agustín Rossi, la presidenta cortó la cinta y recorrió las instalaciones de la fábrica, donde las trabajadoras aprovecharon la oportunidad para sacarse fotos con ella.

En su discurso de algo más de 15 minutos, la presidenta manifestó su "alegría por ver a cientos de chicos y chicas jóvenes trabajando, en una Argentina en la que hasta muy poco tiempo tener trabajo era un privilegio". Fernández de Kirchner felicitó al titular de la empresa por "cómo lo aplaudieron los trabajadores" y por "seguir apostando al país. Además, reclamar también la necesidad de buenos salarios. Hoy los argentinos tienen el mejor salario mínimo y medio de toda Latinoamérica; falta más, pero es el mejor salario", provocando los primeros aplausos del mediodía.

La jefa de Estado volvió a cosechar aplausos cuando anunció que "en este tercer trimestre; la desocupación, en relación al tercer trimestre del año pasado se ha reducido en un 0,3 por ciento. El año pasado estábamos en 8,1; este trimestre estamos en 7,8. Esto significa que miles de trabajadores han encontrado un trabajo". Fernández de Kirchner indicó además que están haciendo "todo lo que tengamos que hacer para proteger a la industria. En este sentido, estamos agilizando toda la legislación antidumping; que no significa proteccionismo, si no protección, como todos los países que protegen a sus industrias, a sus comercios y a sus trabajadores".

Luego de resaltar que tanto ella como sus hijos siempre utilizaron calzados fabricados por Grimoldi, la presidenta hizo mención al pago de la deuda con el Club de París. "Estamos tomando todos los pasos para poner a Argentina en el mundo; financiamiento para producir aquí en el país y agregar valor aquí. El otro financiamiento, el que solamente viene para especular no nos interesa. Vamos a seguir apostando a la producción, por eso quise estar aquí presente para acompañarlos", señaló.

En tanto, Binner indicó que "es un orgullo para Santa Fe y Argentina escuchar a empresarios como el que hemos acabado de escuchar. Nos enorgullece tener esta visión empresaria, que no es sólo de un día; si no que es más que centenaria y está avizorando tiempos futuros donde la producción y el trabajo deben ser los ejes fundamentales del desarrollo social y económico de los argentinos".

El gobernador aprovechó la ocasión para publicitar la ley sancionada anteayer, la primera iniciativa legislativa de su gobierno que pasa airosa por las dos cámaras. "En Santa Fe acabamos de sancionar la ley que va a poner en marcha los Comités Mixtos de Higiene y Seguridad para las empresas. Esto es una contribución extraordinaria, porque tenemos que bajar el nivel de conflictividad y ayudar a que haya un trabajo que permita la solidaridad entre todos para producir mejor y más", dijo Binner.