rosario

Sábado, 6 de septiembre de 2008

CORREO

Defensor

Después de las trágicas jornadas de diciembre de 2001, es decir con la finalización de un modelo liberal, alcanzamos un terrible 50 por ciento de la población por debajo de la línea de pobreza, millones de argentinos sin trabajo y por ende sin acceso a distintos beneficios, como ser cobertura sanitaria, concurrencia a establecimientos educativos.

Creemos que ha ocurrido un cambio sustancial de rumbo en cuanto a políticas públicas. El tratamiento de cuestiones como los Derechos Humanos es una muestra de esto. La reversión de los indicadores económicos producto del nuevo rumbo trazado por el superior gobierno de la Nación desde mayo de 2003 y por la actual Presidencia, alcanza a casi todos los estamentos de la sociedad argentina, pero todavía tenemos bolsones de pobreza.

Es en esos segmentos de población donde se registran las familias numerosas, y por lo tanto el mayor número de niños y adolescentes, que continúan siendo vulnerables. Ellos necesitan imperiosamente de nuevas políticas públicas, pero también de más ejecutividad.

Existe en nuestra legislación provincial y a nivel municipal y comunal distintos programas, y normas tendientes a ocuparse de las problemáticas que afectan a nuestra niñez y adolescencia. Sin embargo, los problemas continúan, e incluso se acrecientan. Por mencionar un ejemplo: las adicciones. Lamentablemente estamos comprobando a diario que lo realizado hasta el momento no alcanza, y se debe adoptar una actitud distinta frente a una situación que involucra a lo más preciado de una comunidad, su niñez y juventud.

La figura del Defensor de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes tendrá la ardua pero necesaria tarea de velar por la protección y promoción de los derechos consagrados en la Constitución Nacional, la Convención sobre los Derechos del Niño tanto como las leyes nacionales y provinciales.

El tiempo que estará en funciones es de cinco años, pudiendo ser reelegido/a por una sola vez y es incompatible con el desempeño de cualquier otra actividad pública, comercial o profesional a excepción de la docencia.

Será objetivo primordial del Defensor de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes velar por el cumplimiento de la Ley Nº 26.061 sancionada por el Congreso de la Nación. Será el garante que la normativa se aplique en el ámbito del territorio de la Provincia, bregando para que los derechos establecidos sean operativos.

Claudia Saldaña

diputada provincial

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