Las abogadas de la Multisectorial de Mujeres de Santa Fe presentaron una nueva denuncia por abuso sexual contra el médico del hospital Iturraspe Roberto Oscar Sterli, de una chica de 15 años que sufrió el delito tipificado en el artículo 119 del Código Penal en mayo de 2008. En aquel momento, la madre de la niña había presentado la denuncia en la institución, pero la investigación no prosperó. De este modo, el profesional acumula dos denuncias del mismo tipo, ya que en abril de este año fue acusado de cometer el mismo delito contra una joven de 18 años, y su madre presentó la denuncia policial. Además, el mes pasado la familia de esta víctima se presentó como querellante en la causa, que habida cuenta de los antecedentes pasó al juez de instrucción Jorge Patrizi.

Las dos denuncias tienen coincidencias en cuanto a la forma de actuar del profesional, y además porque las víctimas son jóvenes, y muy bonitas. En la primera situación -que a su vez fue la segunda que llegó a los Tribunales , el médico impidió que la paciente ingresara al consultorio con su madre. Fue el 6 de mayo de 2008, a las 8 de la mañana, y la chica concurrió por un cuadro respiratorio. Según el relato que la mamá presentó a la Justicia -y había elevado al Iturraspe en aquel momento , la chica salió del consultorio con cara de enojada. "Le pregunté que le pasaba y empezó a llorar, porque el médico el dijo que si no tenía boca, para qué tenía que pasar con la mamá. Cuando mi hija le dio los datos, él le comentó que con 15 años estaba para ir a Tinelli, con el cuerpazo que tenía", es el relato textual de la mujer, quien continúa con lo que su hija le había referido. "Luego la acostó, le levantó la remera, le metía las manos en los pechos de una manera que no era normal, y le decía que no se pusiera nerviosa, porque mi hija temblaba", sigue el relato. De acuerdo con lo referido por la joven, Sterli "la sentó en una silla y le puso las piernas entre las de él, y le agachaba la cabeza, según él para escucharla".

La mamá de la chica consideró que "no es un trato adecuado hacia la persona de mi hija, que se acuerda y llora. Está deprimida, asustada, y dice que no va a ir a un hospital nunca más". Y la propia mujer afirma: "Mi hija, siendo menor, no pasará nunca más a ser atendida sola, aunque tenga que pelear con quien sea".

Esta denuncia se acumuló con la presentada en mayo pasado por la mamá de otra niña, de 18 años, quien realizó la denuncia en la comisaría apenas ocurrió el abuso, el 14 de abril pasado. En aquella circunstancia, el ministerio de Salud promovió que le rescindieran el contrato a Sterli. Pero el Consejo de Administración del hospital se negó.

Después de las idas y vueltas en el hospital, las abogadas de la Multisectorial de Mujeres tomaron la representación de la mamá de la primera denunciante, que se presentó como querellante, de acuerdo con el nuevo Código Procesal Penal de la provincia de Santa Fe. Paula Condrac, Mirta Manzur y Lucila Puyol argumentaron ante el juez que "el abuso sexual está tipificado en el artículo 119 del Código Penal Argentino, mediando en el hecho violencia, amenaza, abuso coactivo e intimidatorio por la relación de autoridad y de poder con que mal ejerce su profesión el médico sobre la paciente, y aprovechando que la víctima por cualquier causa no pudo consentir libremente la acción".

Esa denuncia era investigada por el juez Darío Sánchez, que pidió los antecedentes similares de este médico al hospital oportunamente. Pero el 7 de agosto debió reiterar su pedido habida cuenta de que el director del centro asistencial, Edgardo Monteverde, no había enviado la documentación.

En la primera denuncia, la mamá de la víctima fue la encargada de relatar lo ocurrido, tanto en el hospital como en la comisaría. La chica de 18 años ingresó con su nena de dos en la sala de guardia el 14 de abril pasado a la guardia, el médico le recetó una medicación sin revisarla, y luego comenzó a retirarle no sólo la remera sino también el corpiño. Después le tocó los senos e intentó que ella tocara sus genitales. La pequeña hija de la víctima notó el nerviosismo de la madre y comenzó a preguntarle qué pasaba, llorando. En ese momento, según el relato de la víctima, ingresó la enfermera, y el médico la amenazó para que no hablara, haciéndole señas con una tijera. "Así también la joven víctima de la agresión sexual se encontraba en total estado de indefensión por el lugar de autoridad profesional y social que tiene el médico, situación de vulnerabilidad que se produce reiteradamente con las mujeres de escasos recursos económicos que concurren al hospital público", dice la presentación de la querella.

Para Puyol, el hospital Iturraspe no actuó correctamente ante las denuncias. "Se debió iniciar el sumario administrativo desde el momento de la primera presentación, pero no se inició y luego se produjo otra denuncia en 2009, que tampoco se activó".