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La Cámara de Diputados aprobó un proyecto de ley que regula el manejo de los agrotóxicos en la provincia en todas sus etapas, desde la fabricación hasta el almacenamiento, el transporte y la disposición

final de los envases para que sean destruidos en condiciones de seguridad. "Hemos dado un paso muy importante para preservar la salud de la población", dijo el legislador del Frente Progresista, Carlos Fascendini, autor del proyecto que ahora pasó el Senado para su sanción definitiva. Diputados votó también otra iniciativa de su colega Mónica Peralta para que Santa Fe "excluya de la nómina de productos fitosanitarios autorizados el insecticida agrícola Endosulfán", que ya ha sido prohibido 60 países del mundo, entre ellos los de la Unión Europea.

"La ley regulará el manejo, el transporte, la publicidad y la disposición final de los agroquímicos", dijo Fascendini. "El seguimiento estará a cargo de la Secretaría de Medio Ambiente de la provincia para que la aplicación del producto en los campos y en la agricultura se haga en las mejores condiciones posibles y controle también los envases utilizados para su destrucción en condiciones de seguridad", explicó.

Fascendini dijo que hoy el organismo que controla el manejo de los agrotóxicos en territorio santafesino es la Dirección de Sanidad Vegetal que depende del Ministerio de la Producción. Mientras que en el futuro, cuando se apruebe la ley, ese control quedará a cargo a la Secretaría de Medio Ambiente. "Queremos que Medio Ambiente tenga una fuerte participación en el control de prácticas que aseguren en forma preventiva la no contaminación o hechos que después hay que remediar", precisó.

"De cualquier manera -advirtió Fascendini , esta norma prevé sanciones que serán muy duras para los episodios que estén reñidos con la ley o que atenten contra la salud de la población". Y puso como ejemplo prácticas que hoy son habituales en el campo: "El volcamiento o el lavado de equipos utilizados en la aplicación de productos químicos para prácticas agrícolas en arroyos, lagunas o distintos cursos de agua". "Las sanciones serán muy duras para los que hagan esto", insitió Fascendini.

Serán aplicadas por "el Poder Ejecutivo en función del daño causado, la responsabilidad y el patrimonio del que lo hizo, es decir, serán lo suficientemente correctiva o cohercitiva para que el daño no se vuelva a repetir".

En tanto, Diputados aprobó otra propuesta de la diputada Peralta para que se prohiba el uso del Endosulfán en la provincia de Santa Fe. Se trata de una minuta de comunicación al gobernador Hermes Binner para que "la Dirección de Sanidad Vegetal que depende del Ministerio de Producción arbitre los medios ante la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos de la Nación para que se excluya de la nómina de productos fitosanitarios autorizados el insecticida agrícola Endosulfán".

Peralta precisó que "el endosulfán se utiliza de forma masiva en las plantaciones de soja, y también en algodón, girasol, maíz y tabaco entre otros cultivos. Está identificado como plaguicida extremadamente tóxico con capacidad de producir en la salud daños agudos a corto plazo y crónicos (enfermedades que aparecen luego de años del contacto con el plaguicida)".

"Se lo marca como causante de diarreas, mareos, dolor de cabeza, nauseas, llagas, dolor de garganta y cuadros de asma. El comité de Examen de los Contaminantes Orgánicos Persistentes en su tercera reunión realizada en noviembre del 2007 realizó la Propuesta para la inclusión del endosulfán en el convenio de Estocolmo sobre Compuestos Orgánicos Persistentes. En dicha propuesta y conforme a la información disponible, se llegó a la conclusión que el endosulfán es muy persistente en el medio ambiente y se encuentra con frecuencia en compartimientos ambientales. Tiene un gran potencial de bioacumulación. Debido a sus propiedades físicas y químicas y su semivida en la atmósfera, y sobre la base de los datos de modelos y los resultados de muestras ambientales, se ha demostrado que el endosulfán se transporta a larga distancia, lejos de sus fuentes. El endosulfán es un producto químico

muy tóxico para prácticamente todo tipo de organismos. Tiene el potencial de provocar alguna perturbación endocrina en las especies terrestres y acuáticas. Provoca neurotoxicidad y efectos hematológicos y nefrotoxicidad".

"En la Unión Europea se han prohibido la comercialización y la utilización del endosulfán. Sin embargo, se sigue produciendo en algunos países y se continúa usando en muchos países. Dadas las propiedades inherentes del endosulfán, junto con las concentraciones ambientales demostradas que superan las concentraciones permisibles máximas, y dada la ocurrencia generalizada del endosulfán, se llega a la conclusión de que el endosulfán, debido a su transporte a larga distancia en el medio ambiente, probablemente provocará efectos adversos tan notables para la salud humana y el medio ambiente que justifican la adopción de medidas a nivel mundial", concluyó.