Domingo, 30 de mayo de 2010 | Hoy
SANTA FE › EL RADICALISMO TAMBIéN MARCó LA CANCHA TRAS LAS DECLARACIONES DE BINNER SOBRE SU SUCESOR EN LA CASA GRIS
La ofensiva política del gobernador disparó una rápida respuesta de la UCR, que se anota para disputar la interna del Frente Progresista. El presidente del partido pidió alternancia y opinó que en 2011 el candidato será un radical.
Por Juan Carlos Tizziani
Desde Santa Fe
La decisión de Hermes Binner de promover a su ministro Antonio Bonfatti como eventual sucesor en la Casa Gris aceleró la disputa interna en el Frente Progresista. El presidente de la UCR, Hugo Marcucci, ratificó que su partido no resignará la alternancia política en el oficialismo y así como en 2007 el candidato fue Binner, en las elecciones de 2011 tendrá que ser un radical: el intendente de Santa Fe, Mario Barletta, a quien algunos de sus operadores ya imaginan en una fórmula con su colega de Rosario, Miguel Lifschitz. "Nadie regalará nada dentro del Frente", anunció Marcucci. Un directo para Binner, pero también para las otras líneas del socialismo que quedaron excluidas del deseo del gobernador y se identifican con Rubén Giustiniani y el propio Lifschitz. Barletta intentó bajar el tono del debate y pidió postergarlo hasta el año que viene. "Hay tiempo para discutir candidaturas. El proceso electoral va a ser excesivamente largo, tedioso y costoso para la ciudadanía como para que, además, adelantemos tanto la discusión", dijo el santafesino (ver aparte).
Marcucci se quejó porque el guiño político de Binner a Bonfatti metió ruido en el Frente Progresista. "El gobernador tiene absoluto derecho a tener su opinión" sobre un candidato para 2011. "Pero nos parece que acelera mucho los tiempos. Hubiera sido más razonable que esa opinión no viniera de quien tiene la máxima responsabilidad de gobernar la provincia, que gobierna por el Frente Progresista y por todos los partidos que lo integran. Nosotros, cuando hablamos de Binner, hablamos de nuestro gobernador y lo hacemos desde el radicalismo", recordó.
El presidente de la UCR insistió que el próximo candidato a gobernador de la alianza gobernante será un radical. Y hasta arriesga un nombre: Barletta. "No tenemos ninguna duda que el radicalismo tendrá su candidato a gobernador para 2011, ya sea por consenso o por internas".
¿Por qué el radicalismo insiste con la alternancia dentro del Frente? -le preguntó una colega del portal de noticias El Protagonista Web.
El radicalismo tiene legitimidad y representación territorial y política, que se expresa en los intendentes y presidentes de comunas que ganaron apoyo popular en las elecciones (de 2007 y de 2009). Además, no es bueno para el Frente Progresista que se consolide un esquema donde un solo partido (el socialismo) pueda acceder al cargo o a los cargos más importantes. Eso iría en detrimento del propio Frente, porque el riesgo que se corre es que se consolide la hegemonía de un solo partido contestó.
Según Marcucci, la necesidad de una alternancia entre los candidatos de los partidos "es un razonamiento que no tiene que ver con el socialismo ni con la UCR, sino con la propia dinámica de la política". Porque si no hay rotación en las fórmulas o en las cabezas de listas, "eso empobrecerá al Frente, lo debilitará y en el futuro puede provocar conflictos, al extremo de que sería muy difícil seguir manteniéndolo si no están dadas esas condiciones de la alternancia", explicó.
Para el legislador, los modelos espejos son el Frente Amplio uruguayo o la Concertación chilena. "El Frente Progresista siempre quiso parecerse a otras coaliciones como la que gobierna en Uruguay o la que hay en Chile, donde hay alternancia entre sus partidos mayores. Pero, si el Frente Progresista no tiene esta alternancia, no podrá salir de la excepcionalidad".
"Creo que la elección de 2007 de Binner fue una excepcionalidad porque apareció un candidato que venía ganando elecciones anteriores en el marco de un frente que siempre fue un frente electoral y no un frente de gobierno y menos aún un frente institucionalizado".
"La experiencia que surge en 1995 (con la Alianza Santafesina) es la de un frente electoral. Después, cuando se gana (en 2007) se convierte en un frente de gobierno, pero todavía no podemos decir que es un frente institucionalizado", admitió.
"Entonces, si no se da la alternancia, será difícil pelear por la institucionalización del Frente Progresista, aunque, por supuesto, hay reglas de juego porque están las internas abiertas y nadie regalará a nada. Es que no habría razones para regalar nada, porque eso significaría que no tendríamos legitimidad para reclamar la alternancia. Por lo tanto, tienen que estar esas condiciones porque, sin ninguna duda, el radicalismo tendrá su candidato a gobernador para el 2011, ya sea por consenso o por interna", concluyó Marcucci.
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