Mujeres de ojos negros es el nuevo estreno en la ya abultada cartelera rosarina que se producirá hoy, a las 21, en el Centro de Estudios Teatrales (San Juan 842). La puesta es interpretada por Romina Tamburello y Camila Olivé, bajo la dirección de Paola Chávez. Tamburello, que también realizó la dramaturgia de la obra, y Chávez, que debuta en su rol de directora, dialogaron con Rosario/12 acerca del proceso de trabajo y las características de esta movida de fuerte protagonismo femenino.

Chávez, recordada por su interesante participación en la obra Mirta Muerta, del grupo Pata de Musa; cursó sus estudios teatrales en la Escuela Provincial de Teatro y Títeres, y su formación tiene que ver con muchos de los docentes de esa casa de estudios. "Me formé en muchos talleres con profesores de la Escuela, como Gustavo Guirado, Cristian Marchesi, Ricado Arias, todos docente de la misma escuela, pero con el grupo Pata de Musa realicé la búsqueda más concreta de este último tiempo. El tema de la dirección me vino un poco de regalo; conozco a las chicas, todas trabajamos poco tiempo como actrices", afirmó.

Las chicas son Romina Tamburello y Camila Olivé, que estaban cursando el Taller de Montaje de Escenas que dicta la directora Romina Mazzadi Arro, a principios del año pasado. Allí, a partir de un ejercicio en el que una actriz debía escribir un monólogo para su compañera, nació el embrión de Mujeres de ojos negros.

Tamburello que es la encargada de la dramaturgia se inició a los 12 años en la Escuela Municipal de Danzas "Ernesto de Larrechea", participando en algunos trabajos junto a Héctor Ansaldi, para retomar la actuación once años más tarde en el Match de Improvisación, coordinado por Cristian Marchesi. "Retome mis estudios también en la Escuela Provincial de Teatro, pero reconozco a Mazzadi Arro como una de las influencias más importantes en mi carrera; ella nos estimuló a seguir trabajando este ejercicio y así nace la necesidad de convocarla a Paola para que lo dirigiera", comentó Tamburello.

-¿Cómo nace la idea de esta historia exclusivamente femenina?

-Se trata básicamente de las relaciones femeninas y de relaciones entre madre e hija sin dejar en claro si lo son, dejando que el espectador lo resuelva a su gusto, si es que son dos hermanas o es una sola persona, dice Tamburello, mientras la directora reafirma que son madre e hija, que profundizan los límites de otras relaciones como la de la madre con la abuela o las de las hijas entre sí.

La obra pareciera evocar en parte el mundo de clausura que Lorca planteaba en su reconocida La Casa de Bernarda Alba, un clásico de la escritura teatral acerca del tema de lo femenino y el autoritarismo materno.

"Sí, la idea de encierro y aislamiento es permanente, se usa un teléfono que es la salida al exterior, pero desde la dirección se planteó la idea de algo que es cíclico, lo que estamos viendo en la obra podría pasar todos los días o podría nunca haber pasado, están encerradas y siempre pasa lo mismo", enfatizó la autora.

Para Chávez, el tema del encierro se plantea siempre desde el mismo lugar en donde se trabaja, esa habitación habla de la oscuridad de estas mujeres, la obra explicaría después el por qué de tanto encierro, esa otra persona que habla desde el teléfono es siempre la misma persona.

"A partir de esa persona que no se ve,se anuncia la imagen de un personaje masculino, de un salvador, es un tercer personaje muy importante y en ese sentido para la madre es difícil que aparezca este mundo exterior o este supuesto hombre como salvador", apuntó.

-Hace mucho que el teatro argentino viene desarrollando este tema de las llamadas familias disfuncionales. ¿Esta sería otra forma de plantear este tema, desde el lugar de lo femenino?

-Bueno hay una presencia del padre de la chica que no está, esta niña a la que crió una madre sola, también aparece el desamor de la abuela por su hija que es la madre, el interrogante de por qué ese padre no está o no estuvo nunca, o si el padre está enterado que tuvo una familia en algún lado.

Como dato revelador,las integrantes de este proyecto descubren en el fragor del trabajo que todas tienen algún referente familiar que las identifica con la historia de estas mujeres. "Esta obra escrita y protagonizada por mujeres tiene mucho de la historia de cada una. Cuando me llegó el texto lo primero que hice fue ir a cotejarla con mi historia, mi familia es matriarcal, hay muchas mujeres en mi familia, y también ocurre en la historia personal de Romina", planteó la directora.

Mujeres de ojos negros es una obra atemporal, a pesar de algunas referencias que tratan de ubicarla en algún lugar determinado, pero según sus responsables desde el vestuario y la escenografía se hace una referencia a lo cíclico, a la idea de que madre e hija son muy parecidas, y se habrían quedado en el tiempo, pero también esta historia puede estar pasando hoy, a pesar de las marcas que las muestran a estas mujeres encerradas, esperando ese cambio que no llega.

La obra cuenta con la asistencia de dirección de Carolina Moriconi. Fue una de las ganadoras del Concurso coproducciones 2009 y permanecerá en cartel en la sala del CET, todos los domingos de junio y julio.