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Pedro González volvió ayer a su bastión, la Municipalidad de Villa Gobernador Gálvez, y asumió como intendente entre insultos y denuncias por malversación de fondos contra su antecesor, Jorge Murabito, de quien afirman que abandonó la ciudad. El Sindicato Municipal, en tanto, accedió ayer a levantar el paro que mantenían desde el jueves, como una señal de apoyo a la nueva gestión aunque ningún trabajador haya cobrado el sueldo de noviembre.

"La ciudad es un basural a cielo abierto", describió Manuel Rodríguez, titular de la entidad que agrupa a los trabajadores municipales, en alusión a la consecuencia de la falta de recolección de residuos en el marco de la huelga del sector. Los trabajadores decidieron en una asamblea realizada ayer levantar de manera provisoria el paro de actividades a pedido del propio González. El intendente se había negado a asumir la semana pasada en las condiciones actuales del municipio: "Murabito dejó este desastre: una deuda de 40 millones y los municipales de paro por tiempo indeterminado. Así, yo no asumo", había dicho, para dejar un fin de semana largo de suspenso y ayer finalmente presentarse rodeado de familiares y seguidores a tomar posesión del cargo.

La ausencia del intendente saliente fue un síntoma de la afiebrada política villagalvense. "Cuando se tiene el culo sucio es difícil hacerse presente", disparó González con su estilo habitual y con los micrófonos abiertos calificó a quien le ganó las elecciones en 2007 de "choro" y "cagón".

González admitió que el factor que lo decidió a asumir fue la confirmación del gobierno provincial de una ayuda para afrontar el pago de sueldos adeudado. "Si no me tiraban una soga, ¿cómo iba a asumir", dijo el veterano dirigente y tiró el puente: "Con (Antonio) Bonfatti tengo buena relación, pero tampoco me va a dar toda la plata que necesite".

De acuerdo a lo que González dijo al sindicalista Rodríguez, el municipio saldría del atolladero inmediato con 2 millones de pesos que aportaría el Tesoro provincial: un millón ayer, y otro tanto a depositar el jueves. Según el titular del Sindicato, González contaba ayer con que algunos grandes contribuyentes, como el Frigorífico Paladini, aportaran hoy cerca de 2 millones de pesos en concepto de tasas. Con esa bolsa el municipio saldaría parte de los 5,5 millones de pesos mensuales que requiere la masa salarial de su personal. Los empleados reclaman el sueldo de noviembre y dan por sentado que no cobrarán el medio aguinaldo. Con la ayuda provincial y la recaudación prevista, la Intendencia podría pagar hasta el 70 por ciento de los haberes adeudados.

"Cuando el viernes González nos pidió que los recolectores de residuos salieran a trabajar, yo le dije que él no generó esta mugre, pero que también el trabajador no cobró un peso y no tiene dinero para llevar comida a su casa", describió Rodríguez.

A todo esto, en la vecina ciudad murmuran sobre la desaparición de Murabito y su esposa y colaboradora, Natalia Martínez. "La mujer me dijo que se iban de vacaciones, y la verdad que hay gente que los vio cargando valijas. Pero antes, el 6 cobró impuestos de grandes empresas y se pagó a él y a todo su gabinete el sueldo, el aguinaldo y diez días de diciembre, y desde ese día no se los vio más. Y no dejaron ni un peso", señaló Rodríguez. González, en tanto, no descarta que Murabito haya huído de la ciudad. "Lo denuncié en Tribunales, en el juzgado de instrucción 12ª. Fue un inepto, un incapaz, un caradura, un choro total. Ahora voy a levantar la alfombra y veremos qué sale", enfatizó el intendente, de regreso al lugar que mejor conoce.