María Suárez, cesanteada del comedor Betania de la Vicaría del Sagrado Corazón de Jesús, de Ludueña, el padre Edgardo Montaldo y organizaciones barriales y sindicales concurrieron ayer a la Comisión de Derechos Humanos del Concejo Municipal, donde hubo un explícito reconocimiento a la tarea social desarrollada por las comunidades eclesiales de base en ese barrio, así como una promesa de mediar con la Congregación Salesiana para que se revierta el despido, decidido cuando Suárez cursaba una licencia por enfermedad autorizada por la Dirección de Salud Laboral del Ministerio de Trabajo de la provincia.

Más tarde, Suárez fue recibida por el secretario de Gobierno municipal, Fernando Asegurado; el secretario general, Jorge Elder y el secretario de Cultura, Horacio Ríos, en nombre de la intendenta Mónica Fein. Los funcionarios municipales reconocieron la labor de Montaldo, de quien Mari Suárez es la mano derecha desde hace 28 años. Hoy, a partir de las 10, habrá una conferencia de prensa en ATE Rosario para denunciar el "despido arbitrario" de la trabajadora, que figuraba como celadora del comedor, aunque sus tareas excedían largamente esa figura. Al mismo tiempo, Suárez se dedicaba a atender situaciones de violencia de género y abuso sexual infantil, al tiempo que coordinaba la tarea asistencial organizada en torno a la obra del padre Montaldo. Al mismo tiempo, se desarrolla una campaña de firmas para apoyar la inmediata restitución de Suárez en su puesto de trabajo, un reclamo que encabeza la Intersectorial de Ludueña.