El gobierno podría tener antes de que termine el año una buena entre las dificultades con que la escasez de fondos, la inseguridad y la presión opositora le minaron el camino. Hay un incipiente consenso general en el Senado para autorizarle al gobernador Antonio Bonfatti salir a buscar crédito hasta por 500 millones de dólares para obras públicas, según coincidieron algunos miembros del bloque peronista y, con más razón aún, del Frente Progresista. Un tránsito que se anticipa menos trajinado que el que caracterizó al del proyecto de reforma tributaria.

El Ejecutivo envió el pedido a la Cámara alta en la misma semana en la que consiguió la sanción final de la reforma tributaria, y entró a la comisión de Presupuesto y Hacienda que preside el perottista Alcides Calvo, del departamento Castellanos. "Todavía no analizamos el proyecto porque seguimos con asuntos vinculados a la reforma tributaria, pero ya en las próximas reuniones estaremos con eso, pidiendo algún informe y llamando quizás a funcionarios del Ministerio de Economía porque si es por financiar obras emblemáticas todos lo aceptaremos, pero al menos yo, antes de darle mi aval, quiero saber de qué manera el Ejecutivo usará un empréstito tan grande que comprometerá administraciones futuras", advirtió Calvo. El legislador se inclinó por analizar este pedido del gobierno junto con el proyecto de presupuesto 2013 que ingresará esta semana, "para ver cómo se prevé el comportamiento de recursos y de gastos". Es que, además, el Senado tiene por delante tratar la redistribución del Fondo Federal Solidario que Diputados le dio media sanción, y la discusión sobre el Fondo de Obras Menores: recursos que también pueden definir la obra pública provincial en el futuro inmediato. Calvo argumentó sus reparos con su reiterada convicción: "Venimos de cinco años en que se ha gastado mucho y mal, una debilidad del socialismo", opinó.

En cambio, otros miembros de la comisión, desde el PJ, anticiparon su intención favorable al anhelo del Ejecutivo provincial. Alberto Crossetti, del departamento Belgrano, dijo que "no habría inconvenientes" en que la bancada peronista apruebe el pedido de endeudamiento, y lo supeditó a una condición clave: que el destino de ese fondeo refleje las expectativas de cada senador, de cada departamento. "No nos parece mal la comunicación del Ejecutivo: no habrá negativa de nuestra parte si logramos asegurar que ese endeudamiento se plasmará en las obras que realmente hacen falta", declaró Crossetti al revelar el mensaje que ya cruzaron en "un par de reuniones" informales con senadores del oficialismo.

El proyecto oficial sugiere algunas obras puntuales como el mejoramiento de la red de rutas y caminos provinciales, la conclusión de los hospitales nodales iniciados, escuelas y acueductos. Sin embargo, la propuesta está abierta para que el consenso se construya en base a los requerimientos que haga cada legislador pensando en sus pagos de origen.

El sanlorencino Armando Traferri opinó en el mismo sentido y blanqueó sin vueltas: "Si consensuamos las obras necesarias, incluso las que beneficien a varios departamentos en simultáneo, no habría problemas en votar a favor. Acá no mezclamos intereses partidarios con los intereses de los santafesinos", se ufanó.

Miguel Lifschitz, único socialista en la Cámara, confía en el interés que esa masa de recursos despierta en cualquier dirigente político referenciado en un territorio concreto, sea senador, intendente o presidente comunal. Y destacó que el proyecto contempla la creación de una comisión bicameral de seguimiento de la aplicación de los fondos que se consigan en el mercado financiero. "Nuestra intención --reveló el senador rosarino-- es que antes de fin de año logremos la aprobación de las dos cámaras".