Miércoles, 17 de abril de 2013 | Hoy
SANTA FE › EN MEMORIA A LAS VíCTIMAS DEL FEMICIDIO EN SANTA FE
El acto tuvo como objetivo repudiar, concientizar y visibilizar los aberrantes hechos de Semana Santa, en los que tres mujeres fueron quemadas por sus parejas, una de ellas ya fallecidas.
Por Juan Carlos Tizziani
Desde Santa Fe
La plaza de Mayo es la plaza de las cruces. Alrededor del mástil ya están las 158 de las catástrofe del río Salado, en 2003. Ayer, la marcha de protesta por la violencia de género en la provincia plantó otras 29 frente a la Casa Gris, por cada una de las víctimas de femicidio en 2012 y en lo que va del año. La última es María del Carmen García, una de las tres jóvenes quemadas en Semana Santa, que no pudo sobrevivir a las llamas. Ella tenía 27 años, dejó cinco hijos, el más chiquito un bebé de 18 meses. Una de sus hermanas, levantó el cartel con su foto: "Justicia para Carmen". Mientras la ex defensora del Pueblo, Liliana Loyola, referente de la asociación Generar, convocante del acto, leía los nombres de las otras 28 asesinadas. "Por ellas, ¡nunca más!", gritó Loyola. "Ninguna mujer más víctima de la violencia de género. El femicidio puede y debe prevenirse", agregó. La familia de Carmen -su padre, su madre y sus ocho hermanos-, se aguantaron el dolor de la pérdida para sumar su aplauso al reclamo.
La marcha nació por iniciativa de la asociación Generar, la red Infancia Robada y otras organizaciones sociales. "Un homenaje en memoria a las víctimas del femicidio", dijo Loyola. Para repudiar, concientizar y visibilizar los aberrantes hechos de Semana Santa, en los que tres mujeres fueron quemadas por sus parejas, una de ellas ya fallecidas. Pero también para reclamar la adhesión inmediata de la provincia a la ley 26.465 de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres. Santa Fe es la segunda provincia con más cantidad de femicidios en el país. En diciembre, el proyecto fue incluido por el gobernador Antonio Bonfatti en la agenda de sesiones extraordinarias de la Legislatura, pero hasta ahora no sacudió la modorra política del Senado.
"Vamos a tratar que esto no quede en un pedido, sino que haya respuestas concretas e inmediatas", insistió Loyola. El petitorio que se entregó en la Casa Gris, la Legislatura y Tribunales incluye una veintena de propuestas, entre ellas "un teléfono gratuito habilitado las 24 horas para denunciar la violencia doméstica. Que la Policía tome efectivamente las denuncias y no desaliente a las mujeres y les entregue una simple constancia. Si no hay denuncia, no se abre el proceso judicial. Y cuando hay un medida de alejamiento del hogar, que se cumpla efectivamente, porque la mayoría de las mujeres que murieron tenían esas medidas de ese tipo, pero nadie las hacía cumplir y nadie las acompañaba" en su lucha contra su victimario.
Las tres mujeres quemadas "nos llamó a despertarnos para que las autoridades de la provincia cumplan con lo que dice la ley", insistió Loyola. La acompañaba la familia de Carmen García y de otras víctimas, militantes de la Multisectorial de Mujeres y de la agrupación universitaria Jaque. La única legisladora que se acercó fue la diputada del PJ, Alejandra Obeid.
"Queremos que los hijos de Carmen puedan tener una vida digna, que haya un acompañamiento del Estado y que no pasen por lo que pasó su mamá", planteó Loyola. La diputada del Frente Progresista, Alicia Gutiérrez, ya presentó un proyecto de ley que propone resarcir a los hijos de las víctimas de femicidios.
Una de las hermanas de Carmen, Verónica García, la que levantó su foto, coincidió: "Estamos acá con el dolor de nuestro corazón. Vinimos acá a pedir justicia y que este crimen no quede impune", dijo. El agresor ya está detenido.
-El reclamo de la marcha es que los femicidios pueden evitarse. ¿Ustedes creen que si hubiera habido un mecanismo en el Estado, se hubiera podido evitar la muerte de tu hermana? -le preguntó una colega de Radio Nacional.
Por supuesto. Si en el hospital Cullen la hubieran atendido como tendrían que haberlo hecho, mi hermana no estaría muerta -respondió Verónica.
Carmen fue sometida a una golpiza que advirtió la tragedia que se desencadenaría esa madrugada del Domingo de Pascua. "Somos una familia numerosa, de trabajadores, respetuosos. No somos violentos. Si hubiéramos sido otra clase de gente, hubiéramos actuado de otra manera. Queremos justicia para que esto se resuelva lo antes posible, y que esta persona que asesinó a mi hermana no salga más. Los hijos y la familia de él caminan por el barrio, fueron los que golpearon a mi hermana y están libres. Le dieron una feroz golpiza a mi hermana que llegó al hospital desvanecida por los golpes. Y como no pudieron terminar con la vida de ella de esa forma, a la noche, le prendieron fuego", relató Verónica.
-¿Tu hermana ya había denunciado algún hecho anterior?
-No, no teníamos conocimiento porque ella vivía con este hombre -contestó.
Ahora, sus cinco hijos viven con los abuelos. Tres varones y dos mujeres. El mayor tiene 13 y el más chiquito un año y medio. "Todos lloran a su madre", cuenta Verónica. Y rompe en llanto.
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