"Esto parece un capítulo de El Zorro, lo meten preso al sargento García y lo dejan libre al capitán Monasterio, una vergüenza". La frase pronunciada ayer en los pasillos de los tribunales federales de Oroño al 900 sonó a resumen implacable de lo que acababa de ocurrir en el despacho del juez federal Marcelo Bailaque. En el marco de la causa criminal conjunta encabezada por el ex jefe policial Hugo Tognoli y el narco Carlos Ascaini, la justicia se mostró despareja con los dos restantes policías. Mientras quedaba detenido el cabo Carlos Quintana -que recibió la llamada de Ascaini pidiendo datos sobre vehículos que lo seguían- un superior suyo, Néstor Fernández, ex jefe antidrogas de Venado Tuerto, se retiraba por sus propio medios.

Bailaque argumentó ante la consulta de Rosario/12 que "la diferencia fue que mientras uno pidió su libertad, el otro lo hizo en momento distinto". En rigor, la respuesta de Bailaque es compleja: mientras el primero en llegar fue Quintana, quien se negó a declarar, terminó saliendo esposado del despacho de Bailaque. Recién allí, según el relato del juez, la defensora oficial Roxana Gambacorta pidió su libertad, que está siendo tramitada, con la postura en contrario de los fiscales Juan Murray y Federico Reynares Solari. El defensor de Beto Fernández, José Luis Vázquez, pidió una exención de prisión para su cliente, que le fue otorgada.

La respuesta de Bailaque resulta tan intrincada como para terminar ocultando el fondo de la cuestión:

--¿Por qué un jefe antinarcóticos involucrado en una empresa criminal conjunta que tiene pena de seis a veinte años, puede transitar el proceso en liberad?-- preguntó Rosario/12.

--Porque a partir del fallo Díaz Bessone se modificaron los criterios de excarcelación y además tenemos el fallo Chabán y Callejeros que transitaron el proceso en libertad y lo decidió la Cámara de Apelaciones de Buenos Aires. Si bien no es un criterio absolutamente uniforme hay que ver cada caso en particular- respondió Bailaque.

--Pero el comisario Fernández puede pretender alianzas de silencio o estrategias con sus pares estando en libertad. ¿No le parece atendible su detención?

--En este caso pesa el hecho no solo de la expectativa de la pena

(de 6 a 20 años) sino que la persona no tiene antecedentes de fuga y rebeldía y no tengo los fundamentos para negar la excarcelación. Una cosa es la culpabilidad y el grado de responsabilidad y otra el fundamento para considerar la peligrosidad procesal.

--La verdad no entiendo sus argumentos.

--Mire, yo ni detuve ni liberé a Ascaini ni a Tognoli, soy juez subrogante. Me tocó esta etapa y lo que veo es que la excarcelación que tiene Fernández es por un delito por el que no correspondería otorgársela, pero tiene una fianza fijada de 20 mil pesos.

--Pero esa excarcelación cursa para la figura anterior, no para la empresa criminal conjunta.

--Fernández está libre hoy, y no sé qué va a pasar mañana con Quintana, ya pidieron su liberación. No puedo explicar otra cosa.