Desde Santa Fe

La secretaria de Delitos Complejos, Ana Viglione, dijo que la única beca que le asignó la Policía de Santa Fe fue en 2001, para estudiar la Licenciatura en Seguridad, durante el gobierno de Carlos Reutemann, que tenía como secretario de Seguridad a Enrique Alvarez y aclaró que su carrera de abogada la costeó con "su propio sacrificio", con lo cual desestimó una denuncia judicial de Apropol por una supuesta deuda de 500.000 mil pesos. "Eso no existe", expresó la funcionaria.

Viglione aprovechó una pregunta del diputado del PJ Héctor Acuña para explicar que sólo recibió una beca de la Policía santafesina para especializarse en Seguridad y negó haber utilizado una licencia extraordinaria -la que acuerda el artículo 30 del Régimen de Licencias Policiales (decreto 4413/79)- para graduarse de abogada en la Universidad Abierta Interamericana (UAI), en Buenos Aires, como denunció el gremio policial ante la justicia.

Apropol presentó la denuncia contra Viglione el 22 de mayo, ante la Fiscalía de turno. Y una copia en la Cámara de Diputados, que pasó a la comisión de Seguridad que preside Acuña, aunque luego su colega de la UCR, Santiago Mascheroni, pidió que también sea girada a la comisión de Derechos y Garantías. Apropol denunció que Viglione "fue becada" en la Policía "con goce de haberes" entre los años 2000 y 2006, para "cursar sus estudios de abogacía", "de conformidad al artículo 30 del Régimen de Licencias Policiales". "Durante seis años, Viglione no trabajó como policía", dijo el gremio y repasó el artículo 30: "El agente que use esta licencia queda comprometido a permanecer como empleado de la repartición por un término igual a tres veces al de la licencia gozada... Y si antes del término fijado, decidiera su alejamiento de la función, se le hará cargo de la devolución de los sueldos percibidos".

Según Apropol, como Viglione pasó a retiro antes de cumplir ese plazo, debería devolver "un montos superior a medio millón de pesos".

La fiscal N°5, Elena Perticará, dio curso a la denuncia, pero antes del requerimiento de instrucción, solicitó al juez Eduardo Pocoví (Correccional 5°) varias "medidas preliminares", entre ellas una copia del legajo de Viglione, la declaración del denunciante y líder Apropol, Alberto Martínez y del abogado de Asuntos Internos, Fernando Dalmau y un informe del Tribunal de Cuentas de la provincia.

"¿Usted piensa devolver la plata?", le preguntó Acuña a Viglione. "Si usted mira mi legajo, verá que no utilicé el artículo 30", le contestó la funcionaria. "En 2001, el gobierno de aquel momento, como un modo de estimular la capacitación, firmó un convenio con el Instituto Universitario de la Policía Federal, que ponía a disposición de la Policía de la provincia y del Ministerio, becas de estudio. Eso estaba a cargo de la Dirección General de Institutos Policiales. Se consultaba a los empleados, y yo como otros tantos, accedimos a esas becas para estudiar la carrera de Licenciatura en Seguridad".

"Nuestro servicio se cubría en el año lectivo con determinados requisitos académicos, asistencia, promedios y ese tipo de cosas. Y cuando finalizaba el año, nos presentábamos nuevamente en la Dirección de Institutos Policiales, pedíamos la licencia ordinaria y si ésta terminaba antes del siguiente ciclo lectivo, trabajamos en la Dirección General de Institutos Policiales. Ese era el régimen", aclaró Viglione.

-Cuando estudió en Buenos Aires, ¿bajo qué régimen lo hizo?

-Yo fui a estudiar a Buenos Aires la Licenciatura en Seguridad.

-¿Y se recibió de abogada?

-Por supuesto, pero estudié con mi propio sacrificio.

-¿Nunca recibió una licencia con goce de haberes para estudiar derecho?

-No. La única licencia que hay es la de exámenes, que también está contemplada en el reglamento -contestó Viglione.