Desde Santa Fe

La Casa Cuna de Santa Fe entregó ayer al secretario de Derechos Humanos de la provincia, Horacio Coutaz, archivos de la dictadura que el propio funcionario fue a buscar personalmente varias veces en los últimos años y siempre le dijeron que no estaban. Cambió la conducción de la entidad y los papeles aparecieron. "Estoy aturdido", dijo Coutaz, al admitir el impacto del hallazgo. "Un hecho histórico", lo calificó el abogado Domingo Rondina, asesor legal de la Casa Cuna. Se trata de unos 20 libros y carpetas con datos de no menos de 300 chicos que pasaron por el hogar ﷓como NN﷓ en los años del terrorismo de estado y pueden sumar pistas "no sólo en la apropiación de menores, sino en otras causas en las que está en juego el derecho a la identidad", agregó Coutaz.

La Casa Cuna integraba una zona militar por su cercanía urbana con el centro clandestino que operó en la seccional 4; el hospital José María Cullen -donde funcionaba una sala de presos políticos y la morgue﷓; y el Distrito Militar, que era sede del Destacamento de Inteligencia 122 y el Comando de Operaciones Tácticas (COT) que dirigía la represión ilegal.

Coutaz firmó ayer un convenio con la presidenta de la Casa Cuna, Stella Ferreyra, en la que ésta entregó los archivos y la Secretaría de Derechos Humanos se comprometió a digitalizar los documentos que "serán útiles en investigaciones por delitos de lesa humanidad. Es muy grande el aporte que la Casa Cuna está haciendo en la búsqueda de verdad y justicia", afirmó el funcionario. "Y con la debida protección de los datos personales, las pruebas que surjan serán aportadas a la justicia", agregó.

Rondina explicó a Rosario/12 un dato llamativo: los chicos que ingresaban al hogar durante la dictadura "en general, estaban muy poco tiempo, entre 48 horas y cinco días". "La sugerencia del secretario de Derechos Humanos es que no alentemos falsas expectativas, pero lo que vimos a simple vista es que pasaron por la Casa Cuna no menos de 300 chicos durante la dictadura, desde 1976 en adelante. Hay hojas arrancadas, hojas que faltan, pero hay registros de unos 300 chicos NN, que indican que llegó en tal fecha, edad aproximada, peso aproximado y con quién sale. Son datos que por sí mismo no dicen mucho, pero si hay indicios de un niño apropiado en determinada fecha y al hogar entró un chico en esa fecha, ahí ya hay una pista", explicó.

Coutaz ponderó el gesto de la nueva conducción de la Casa Cuna que ofreció a la Secretaría de Derechos Humanos los archivos. "En oportunidades anteriores, ya hemos tratado de acceder a estos libros y siempre nos dijeron que no estaban o que había registros muy vagos de la época. Por suerte, ahora han aparecido", dijo. La felicitación tiene destinatarios: la directora administrativa de la Casa Cuna, Mercedes Molina y la presidenta de la asociación civil, Stella Ferreyra.

Según Coutaz, la documentación "es muy variada, desde la fecha de ingreso de los niños a la Casa Cuna, que puede ser muy importante, a veces con nombres o como NN y la gente que intervenía en estos trámites. Por eso hay que ver y evaluar cada uno de los libros y esto va a llevar un tiempo. Pero la información puede ser importante. De hecho, ya han sido aportados en un montón de causas de lesa humanidad en el resto del país", apuntó.

-El material está en buen estado? -le preguntaron.

-Está conservado, nos comprometemos también a digitalizarlo para resguardarlo. Cualquier dato que surja puede ser de importancia si se lo articular con otro tipo de investigaciones, pero obviamente tiene que ser evaluado.