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Lunes, 23 de junio de 2014

SANTA FE › RECLAMO AVALADO POR DEUDOS DE VíCTIMAS DE VIOLENCIA DE GéNERO DE TODO EL PAíS

Para la Justicia aún es una fatalidad

La familia de Vanesa Celma, que murió en 2010 tras las quemaduras que le infligió su concubino, acudirá a la Corte Suprema para que la jueza asuma la investigación como un femicidio, y no como un simple incendio, como lo tiene desde entonces.

 Por Lorena Panzerini

A cuatro años del brutal episodio que dejó a Vanesa Celma envuelta en llamas, durante una discusión con su concubino, la familia de la joven -que murió cuatro meses después- prepara un petitorio firmado por los deudos de otras víctimas de femicidios en el país, para entregar ante la Corte Suprema santafesina. Exigen una investigación con perspectiva de género y que la causa cambie la carátula de "incendio". "No se quemó una mesa, sino una persona", reclaman. El 16 de junio, Vanesa habría cumplido 30 años; pero la gravedad de las quemaduras provocó que dejara huérfanos a una beba y a un niño de cinco años, en noviembre de 2010. "Hay inacción y abandono judicial", protestó Eva Domínguez, cuñada de la víctima, que no baja los brazos en el reclamo de esclarecimiento del hecho. El expediente, que tiene a cargo la jueza Mónica Lamperti, está en la etapa de instrucción, sin imputados. "¿Por qué la policía que actuó mal no está imputada; por qué la fiscal Lucía Araoz no participa en la causa; por qué la jueza no actúa?", son algunas de las preguntas que se hace la familia.

La noche del 29 de junio de 2010, una nueva discusión de la pareja cambió todo. Fue el niño de 5 años quien salió a la calle, desesperado, a pedirles ayuda a los vecinos, porque su mamá -embarazada de ocho meses- se quemaba. Vanesa dio a luz por cesárea al día siguiente de llegar al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez. Durante los cuatro meses siguientes, estuvo en terapia intensiva y en el área de Quemados. "Mirá lo que te hiciste", le decía su pareja los días que iba a verla. Ella, estaba aterrorizada y una noche pudo contarle a una enfermera lo ocurrido. Aunque le dieron el alta a fines de octubre, una semana después volvieron a internarla, por un cuadro de deshidratación. El 22 de noviembre murió.

"El ejercía violencia física y psicológica, sobre Vane. Ella le mentía a la familia. Durante los días que estuvo en terapia, sus amigas empezaron a contar cuántas veces y en qué fechas la habían encontrado golpeada. Pudimos armar como un croquis de las veces que dio excusas. Tuvo sus derechos vulnerados. El le decía que nunca nadie le iba a creer. Sus amigas le decían que lo dejara, pero ella respondía, tal como me contó Beatriz -la madre de Wanda Taddei, asesinada por su pareja, el ex baterista de Callejeros, Eduardo Vázquez- que tenía la esperanza de poder cambiarlo. Es como si fuera todo de manual en las mujeres golpeadas. Es tremendo cómo les comen la cabeza", se indigna Eva.

Hace más de un año, la mujer llevó un primer reclamo a la Corte, pero desde entonces "no hubo novedades". Al hablar del concubino de Vanesa, resumió: "Su declaración figura en el expediente en calidad de informativa. Ese es nuestro reclamo, pero uno ve el abandono que hay. Hay casos de mujeres que están vivas, como el que se conoció la semana pasada -de Fernanda-, en el que la misma víctima no puede lograr nada con su voz; entonces qué tenemos que esperar nosotros, que tenemos una persona muerta, que no se va a poder defender". Y agregó: "Él nos denunció muchas veces por hostigamientos, en distintos juzgados. A nosotros, los familiares de una mujer muerta -se sorprende Eva-. Dentro de poco vamos a estar presos y él caminando por la calle tranquilo como lo hace hasta el día de hoy".

Eva Domínguez recordó que pidió muchas veces que la causa cambie de carátula, porque "lo que se quemó no es una mesa, una silla o una parte de la casa, sino una persona, su cara estaba incinerada. Entonces, si la jueza no se siente capacitada, puede dar un paso al costado, y que se lo derive a otro juez. Si esta causa hubiese caído en un juez con perspectiva de género como (Javier) Beltramone, hubiese sido otra cosa", reprochó.

Ella se sumó hace tiempo a la organización Mujeres de Negro, y participa activamente en la ayuda a víctimas de violencia de género. "La semana pasada estuvimos con el padre de Paula Perassi, y acompañamos muchos otros casos; parece que fueran todos calcados. Nosotros sabemos que Vanesa descansa en paz, también sabemos quién fue, pero la Justicia a lo mejor no puede acusarlo; sin embargo, pedimos que mínimamente se haga una investigación y que se reconozca que la causa no puede estar caratulada como incendio, porque no hay en la ley una causa donde una persona quemada sea un incendio". Y lamentó: "El padre de Vane está muy mal y durante el primer año después de su muerte, su mamá falleció por no poder salir de esa tristeza".

Como cada año, la mujer reclama: "La Justicia tiene que cambiar, tener otra perspectiva. Entiendo que hay un desborde por temas como el narcotráfico, pero esto a nosotros nos destruyó, y no queremos que le pase a nadie más. Quedaron dos chicos huérfanos y una familia destruida. No podemos festejar navidades, ni el papá de Vanesa puede festejar el día del padre, cuando le falta su hija, la menor".

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Una de los reclamos hechos en Tribunales para pedir que la jueza Lamperti cambie el enfoque.
Imagen: Alberto Gentilcore
 
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