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Desde Santa Fe

El secretario de Seguridad Pública, Gerardo Chaumont, coincidió esta semana con la hipótesis del Ministerio Público que investiga la fuga de 32 detenidos en la comisaría 15ª de Rosario, aunque ya fueron recapturados 14. Una "negligencia", había dicho el fiscal Patricio Serjal. "Mala praxis", abundó Chaumont, aunque no explicó por qué estaba preso en esa seccional el sicario que asesinó al dirigente del Sindicato de Camioneros, Abel Beroiz, en 2007. Según Chaumont, los santafesinos deberían "reconocer" a la Policía de la provincia porque acá "no operan bandas de comisarios dedicadas a secuestros extorsivos", no hay "violaciones sistemáticas a los derechos humanos en cárceles y comisarías", ni "gatillo fácil", dijo. Pero cuando le preguntaron sobre los casos de "connivencia con el narcotráfico", contestó: "Corrupción hubo, hay y va a existir. Pero tenga la absoluta certeza que cualquier caso de corrupción va a ser sancionado".

Chaumont consideró la fuga de la comisaría 15ª como "un hecho lamentable que empaña el quehacer policial en otras áreas. En principio, hubo una mala praxis. No una connivencia o un hecho que vaya más allá de una falta de profesionalidad", dijo. Lo que alivia la situación del ex jefe de la seccional, Ronald Cuñé, el mismo que estaba al frente de la comisaría 10ª cuando balearon la casa del gobernador Antonio Bonfatti, en octubre de 2013.

"Cuando hay hechos desgraciados como éste se sacan conclusiones para evitar que se vuelvan a producir. De esto ha tomado debida nota todo el personal policial, ya que los afectados a esa tarea fueron pasados a disponibilidad inmediatamente", dijo Chaumont. Y confirmó que además del comisario Cuñé, "fueron separados del cargo" otros cuatro efectivos que estaban a su mando, "sin que esto implique una presunción de culpabilidad, simplemente para permitir a Asuntos Internos y a la Justicia la transparencia total de la investigación".

-Pero si hubo negligencia, no es un hecho menor -le planteó un colega.

-Por eso están en disponibilidad. No se van a tolerar este tipo de actitudes. Entiendo que en la profesión, hay que ser correcto y eficaz; para eso es policía. Los errores que se cometen por trabajar van a ser solventados de una manera, pero los errores que se producen por negligencia, descuido o dejadez van a ser tratados de otra manera muy diferente -respondió.

-Desde que usted asumió, ¿cuántos policías pasaron a disponibilidad y por qué casos?

-Más de veinte. Cada vez que hay un procedimiento policial, donde consideramos que no se han ajustado a los protocolos operativos normalizados y estandarizados, ese personal es inmediatamente puesto en disponibilidad.

-¿Con qué problemas se encontró en la Policía?

-Problemas hay varios, pero le puedo asegurar que el pueblo de Santa Fe tendría que reconocer la actividad de la Policía. Acá no va a encontrar bandas de comisarios dedicadas a secuestros extorsivos, como se encontraron en otras provincias. No hay violaciones sistemáticas a los derechos humanos por torturas en cárceles y comisarías. Ni casos de gatillo fácil. Y eso indica que hay una base de trabajo en la policía que es muy rescatable y ponderable -sorprendió Chaumont.

-Pero hay policías involucrados en causas por drogas, que es el problema más grave -lo cruzó una colega de LT10.

-Corrupción hubo, hay y va a existir. Pero tenga la absoluta certeza que cualquier caso de corrupción va a ser sancionado -finalizó.