Ni el cambio de técnico y esquema alcanzaron para revertir el magro presente canaya. La racha adversa que define Central, tras la derrota ante Huracán en la final de la Copa Argentina y la renuncia de Miguel Russo, se extendió ayer con una goleada ante Racing, resultado que puso al equipo de Avellaneda a las puertas de un nuevo campeonato, tras 13 años sin festejos. Hugo Galloni, desde el interinato, procuró pegarle una lavada de cara profunda al plantel. Eligió sus nombres, confió responsabilidades a algunos pibes que el ex entrenador no tenía como prioridad y modificó el sistema de juego. Pero a pesar de una buena intensidad de juego en el inicio del partido, el Canaya se cayó estrepitosamente una vez que recibió el primer gol.

No fue una tarde más en el Gigante. El clima de tensión se hizo sentir desde temprano. Por la caída en la final y la partida de Russo, protegido por la barra brava (ver aparte). El ánimo del hincha canaya era singular, nervioso. Aunque también hubo espacio para una despedida sentida a Don Angel Zof mediante un minuto de silencio que todo el estadio respetó. Dentro de la cancha, el equipo sintió el reclamo tácito que bajaba de las tribunas y comenzó el juego con una intensidad pocas veces vista en el ciclo que culminó el viernes.

Central creció gracias al pibe Cervi, una grata aparición de futuro muy promisorio. Zurdo, petiso, el pibe tiene el desparpajo de los grandes. Habilidoso, fue incontenible para Racing en los primeros minutos. No solo aportó en ataque, sino que también se esforzó para seguir a quienes a atacaban por su banda. Cansado y con sus primeros minutos en Primera, desapareció al igual que todo el equipo en el segundo tiempo. En menor medida, aunque con buen rendimiento, lo secundó Montoya, por la banda derecha. El Canaya puede sostener su futuro más cercano en estos dos jóvenes desfachatados. Eso quedó más que demostrado.

Pero a los pibes les faltó compañía. Y Racing, muy de a poco, empezó a acercarse a Caranta. Primero, a través de Bou, que malogró dos chances. El equipo de Cocca no luce como hasta hace unas fechas, pero es sumamente efectivo y dispone del suficiente carácter como para ser punzante en los momentos clave. Ah, y tiene a Milito. El nueve es un fuera de serie, es de los pocos jugadores en el país que se permite una pausa para tomar la mejor decisión. Gracias a esa característica que posee, llegó el primer gol. El ex Inter se tomó dos segundos, abrió a Videla, que remató al palo. En el rebote, Díaz, un metro en offside, marcó el tanto. En la primera llegada a fondo, la visita se puso en ventaja.

La derrota parcial fue un golpe duro para Central, que se vio superado en el complemento. Galloni sacó un volante de marca (Domínguez) e incluyó a Becker. Se lanzó al ataque y dejó grandes huecos, que Racing estaba dispuesto a aprovechar con inteligencia. A los 13 minutos, Gómez Andrade cabeceó por arriba del horizontal dentro del área chica. Dicha falla inexplicable fue la última aproximación canaya. Ahí el equipo bajó los brazos. Apenas cinco minutos después, Milito apareció en todo su esplendor, recibió un pase quirúrgico de Bou, superó a Caranta y definió al gol. A falta de diez minutos, anotó su segundo tanto para consumar la goleada. Hacía rato que Central se había retirado del partido.

0 Central: Caranta (5); Ferrari (5), Gómez Andrade (4), Donatti (4), Gómez (5); Musto (5), Domínguez (4); Montoya (5), Barrientos (5), Cervi (7); Correa (5). DT: Hugo Galloni.

3 Racing: Saja (6); Pillud (4), Lollo (6), Cabral (5), Voboril (5); Díaz (6), Videla (6), Aued (5), Centurión (5); Bou (5), Milito (8). DT: Diego Cocca.

Goles: PT 41m Díaz (R), ST 19m y 35m Milito (R).

Cambios: ST Desde el inicio Becker (4) por Domínguez (C), 24m Migone por Montoya (C) y Niell por Correa (C), 28m Hauche por Bou (R), Cerro por Díaz (R)

Arbitro: Patricio Lousteau.

Cancha: Gigante de Arroyito.