Desde ayer a la tarde, la central termoeléctrica Vuelta de Obligado genera 540 megavatios desde Timbúes para el Sistema Interconectado Nacional, con la entrada en funciones de las dos turbinas de ciclo combinado habilitadas en un acto encabezado por el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, en videoconferencia con la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner. El acto puso de relieve una inversión de 850 millones de dólares en la construcción de la usina lindera a la de 810 Mw, "José de San Martín", pero también le dio espesor político a la inauguración: el secretario de Transporte, Alejandro Ramos, capitalizó su presencia y blanqueó: "Que los empresarios recuerden el 2003 y le pregunten a los que critican para qué quieren el gobierno. Nosotros queremos el gobierno para esto, para generar esta obra que significó 2.000 empleos directos y que aportará la energía que necesita la industria. Lo estamos demostrando con acción", dijo. Y De Vido, a su turno, lo respaldó: "Alejandro representa en Santa Fe la voluntad del kirchnerismo, así como Néstor y Cristina significan la actualización del peronismo de Perón y Evita", subrayó.

Fiel al estilo con que el gobierno capitaliza las inauguraciones, ayer junto al río, entre trigales recién cosechados, soja naciente y la portentosa fábrica de biodiesel Renova, columnas de militantes movilizados por intendentes y agrupaciones kirchneristas y de la Uocra colmaron las carpas montadas junto a los enormes transformadores y líneas de alta tensión que parten desde las turbinas inauguradas. Sus bombos sonaban en clave política, pero De Vido, la secretaria de Energía Mariana Matranga, y el presidente de la Central, José María Vázquez, enfatizaron el valor de la obra. La construcción fue adjudicada en julio de 2012 a la sociedad entre Fainser, la española Duro Felguera y General Electric.

La central es de ciclo combinado: sus turbinas funcionan a gas natural, gasoil y biodiesel. La explotación de la generación corre por cuenta de un pool mixto: Endesa, Sadesa y participación minoritaria de Duke Energy. Este aumento de la capacidad de generación se complementa con la construcción de un gasoducto de 16 kilómetros, y la ampliación de la estación transformadora Río Coronda de 500 kilovatios para entregar la energía al circuito nacional.

"Desde la central Sorrento, en 1958, que no se construían usinas en el país. Esta es la central número 26 que inauguramos desde 2004 con el plan energético lanzado por Néstor Kirchner", presentó De Vido. Expuso que ese año el pico de demanda nacional había sido de 14 mil MW, y desde entonces el gobierno sumó 11.200 MW. "Hoy podemos atender 24 mil MW de demanda, para acompañar la demanda industrial que creció 50 por ciento, y la residencial al 98%. Con las seis centrales construidas en Santa Fe, sumamos 1.800 MW", sumó el ministro.

La mitad de los insumos que demandó la mega obra (por caso, demandó 80.000 toneladas de hormigón) son de industria nacional. "Esta es la diferencia -blandió Ramos-, el mercado funciona por lo que ha hecho un Estado presente desde 2003, que define objetivos y escucha. No hace mucho, aquí en el cordón industrial no hacía falta más energía porque no había modelo productivo". De Vido, ya en videoconferencia con la Presidenta, remarcó: "Hoy en Santa Fe la demanda energética industrial creció 125% desde aquel entonces. Es una provincia privilegiada tras el abandono sufrido en la década neoliberal".