El gobierno provincial puso finalmente a disposición la maquinaria pesada que el Equipo Argentino de Antropología Forense necesitaba para excavar un basural ubicado en Puerto San Martín en busca del cuerpo de Paula Perassi, desaparecida en 2011. "Esta mañana (por ayer) me llamaron desde el Ministerio de Seguridad comunicándome que la maquinaria pedida por el Equipo está a disposición, lo que es una muy buena noticia, porque ahora solo falta hacer unos arreglos de logística para empezar las tareas", indicó Juan Nóbile, del equipo forense. Las tareas de remoción de tierras y desechos comenzarán en quince días.

El antropólogo explicó que "el predio es una cava rellena con basura, que mide cincuenta metros por treinta, y de profundidad tiene unos cinco metros. Parte de esta cava está cubierta con montículos de tierra de tres o cuatro metros de alto, que es lo que hay que remover, por lo cual necesitamos una topadora. También una retroexcavadora para revisar toda esa basura en forma cómoda".

Según explicó Nóbile "al predio pueden ingresar algunas empresas de la zona, y de acuerdo a lo que nos dijo el propietario, él no tiene control sobre quiénes ingresan. Es decir que es un lugar de relativa sencillez para su acceso, en donde arrojan desechos, vecinos y algunas empresas de la zona". En ese sentido, el antropólogo pidió "una evaluación sobre la basura química arrojada, para poder pedir el equipamiento necesario para trabajar".

En tanto sobre el grupo de expertos que desarrollarán sus tareas en el lugar, Nóbile indicó que "es el mismo equipo que trabajó en la desaparición de Luciano Arruga". "Somos cuatro personas del EAAF más seis ayudantes enviados por el gobierno nacional", agregó.

En cuanto al tiempo necesario, el especialista reconoció que "las tareas se extenderán por 60 días hábiles que son días concretos de trabajo. Por ejemplo los días de lluvia no se cuenta, porque no se puede trabajar".

Nóbile se refirió finalmente al incendio que sufriera el basural en fecha cercana a la desaparición de Paula, tal como refirió ayer a este diario su padre. "La respuesta concreta al señor Perassi es que si pasó esto se pueden encontrar los restos aun quemados, es verdad que es mucho más difícil, pero lo que ocurre es que si fueron quemados es más complejo extraer el ADN", explicó.

Por su parte el abogado de la familia Perassi, Adrián Ruiz, señaló que el dato sobre el posible lugar de enterramiento "fue fruto de una pesquisa entre la querella y la fiscalía". "Llegamos a partir de un testimonio y una construcción indiciara, en la que establecimos que el cuerpo de Paula pudo haber sido llevado a ese lugar, que además es un lugar controlado por ciertos miembros de una fuerza de seguridad. Tenemos convicción, y queremos saber a ciencia cierta lo que ocurrió", remarcó el letrado.

Ruiz recordó que "la causa Perassi dejó de ser una causa provincial porque es una desaparición forzada de personas, porque es una mujer que si bien desaparece por una cuestión pasional, después hay policías involucrados en la cobertura del crimen". "En esta situación es una desaparición forzosa de personas y la competencia es federal, porque la nación no delega la competencia a las provincias", apuntó. Sobre este punto Ruiz recordó que "hemos hecho planteos pero no hemos tenido respuestas positivas hasta el momento".

Las excavaciones se concretarán en las inmediaciones de la ruta nacional Nº 11 y las vías del ferrocarril, casi en el límite entre Puerto General San Martín y Timbúes.

El reclamo de Alberto Perassi, había sido publicado ayer por Rosario/12. "Hablé con el juez (Juan José) Tutau pero veo que no le ponen la energía necesaria para conseguir esta maquinaria", había dicho el hombre.

Vale recordar que Gendarmería nacional custodia la cava desde hace tres semanas mientras el EAAF espera la llegada de la maquinaria pesada para comenzar a trabajar.

Perassi explicó que necesitaban una retroextracavadora que tenga un brazo de cinco metros de largo con un balde de una tonelada y una pala frontal para mover montículos de tierra. "Hablamos con todos pero no hay ganas de que aparezca la máquina ni que aparezca el cuerpo, la verdad es que ésta es solo una más de las cosas que hemos tenido que vivir en esta causa", señaló Perassi, quien conoce el largo periplo judicial desde el 18 de setiembre de 2011.

La última medida judicial de importancia en la causa tuvo lugar en los primeros días de octubre de 2014 cuando un testigo aseguró que la joven había muerto como consecuencia de un aborto clandestino, en Timbúes. La declaración, recibida por el fiscal Donato Trotta, disparó dos allanamientos al día siguiente, en ese pueblo sobre la ruta 11, y derivó en la detención momentánea de una mujer, señalada como la persona que habría realizado esa intervención.