Sábado, 15 de octubre de 2005 | Hoy
SANTA FE › ROSSI DEJO EL MINISTERIO TRAS CALIFICAR AL LOLE DE MENEMISTA
"Lo echan a Rossi o se olvidan de gobernar la provincia", habría sido el mensaje que llegó a la Casa Gris desde el reutemismo.
de superar en Santa Fe, quizás en el país y por qué no en el mundo. Juró como ministro coordinador el jueves a las 10 de la mañana y trece horas después a las 11 de la noche ya había cesado en su cargo por declaraciones públicas que molestaron a Carlos Reutemann, a quien recordó su pasado menemista. Una verdad incontrastable: ¿quién no recuerda cuando Lole firmó su ficha de afiliación al PJ en Anillaco, en la finca de Carlos Menem? Y si Rossi es un hombre récord, Obeid no le va en zaga: el gobernador se tomó tres meses para designar un ministro coordinador desde el 14 de junio cuando aceptó la renuncia de Barberis y no lo pudo sostener trece horas en el cargo. Una debilidad política que tampoco tiene antecedentes en la provincia. Rossi cayó por la presión de los legisladores del PJ alineados con Reutemann que el jueves a la noche expresaron su malestar con Obeid al dejar sin quórum el Senado y la Cámara de Diputados. "Lo echan a Rossi o se olvidan de gobernar la provincia", habría sido el mensaje que llegó a la Casa Gris, según confió un alto funcionario citado por la emisora LT 10 que pidió reserva de identidad para que no lo echen.
Otras fuentes consultadas por Rosario/12 ratificaron que Obeid privilegió la "gobernabilidad" antes que su compromiso con el ex presidente del Frente Grande, a quien incorporó a su elenco hace un año como subsecretario de Turismo y esta semana convirtió en ministro por un día. Pero sintió el impacto de la presión que le dejó otra vacante en el gabinete. "El Turco está destruido", agregó el confidente oficial.
Fue una mañana agitada en la Casa Gris. Rossi llegó alrededor de las 9, acaso sin saber que su cabeza ya había rodado la noche anterior. Una de sus primeras medidas fue elegir un nuevo despacho, más cerca de Obeid, puerta de por medio. Y estaba en plena mudanza cuando aparecieron el gobernador que no tenía previsto cumplir actividad oficial en Santa Fe y sus dos consejeros de cabecera: el jefe del bloque de diputados provinciales del PJ, Mario Lacava y su colega, Ariel Dalla Fontana.
Eran casi las 10, cuando el dúo LacavaDalla Fontana se sentó frente a Rossi para comunicarle la novedad. "Ustedes deciden si me quedo un día, setenta días o me voy ahora", contestó el recién llegado. El jueves, ya había sorprendido cuando juró desempeñar su cargo de ministro "por la Patria" y dejó un sobre en manos de Obeid. "Es la renuncia", dijo después el gobernador al develar la incógnita. Y comparó ese gesto con su primera visita a Rafael Bielsa en el Palacio San Martín. "Nada de esto es mío y algún día lo tendré que devolver", le dijo entonces el canciller para tomar distancia del lujo del piso 13. Obeid recordó la anécdota como para subrayar que el paso por la función pública es efímero: hoy están y mañana no.
Todo comenzó con declaraciones de Rossi a la periodista Ivana Fux para explicar por qué se había sumado al palo de Obeid y no al de Lole. "Reutemann es un dirigente que participó del menemismo y logró el milagro de atravesar ese tránsito por su contacto con la sociedad. Pero yo nunca compartí sus políticas. Tengo mucha más afinidad histórica e ideológica con Obeid", declaró.
Obeid se enojó en Buenos Aires cuando le preguntaron sobre el deschave. "No hago comentarios sobre esas supuestas declaraciones. ¡No me vengan con operaciones políticas a una semana de las elecciones!", contestó.
-Pero está publicado en El Litoral retrucó el colega Rodolfo Montes.
-Tráigame la grabación -desafió el mandatario.
El jueves a la noche, después de la decisión de los legisladores alineados con Reutemann de restar quórum a las dos cámaras de la Legislatura, llegó el planteo. "Lo echan a Rossi o se olvidan de gobernar la provincia", habría sido el mensaje dirigido a la Casa Gris, según fuentes oficiales citadas por la emisora LT10.
La suerte de Rossi ya estaba echada el mismo jueves, a las once de la noche, pero los diputados Lacava y Dalla Fontana se encargaron de transmitírselo ayer a la mañana. "La decisión es de ustedes", le contestó el "Sapo", como llaman al renunciante.
Unos minutos después, un comunicado le puso palabras al silencio oficial.
"El gobernador Jorge Obeid aceptó la renuncia del ministro Sergio Rossi en el entendimiento de que sus declaraciones periodísticas, antes de asumir, habían sido personales y no podían comprometer de modo alguno la opinión del gobierno y menos aún la del propio mandatario, quien mantiene una excelente relación con el senador Carlos Reutemann. Se hará cargo de la firma del despacho el ministro de Gobierno, Roberto Rosúa y la atención de las actividades diarias, el viceministro coordinador, Rubén Michlig".
Alrededor de las 12, Rossi pasó por el despacho de Obeid para despedirse y media hora después salió de la Casa Gris por la puerta grande. "No hago declaraciones", se atajó ante los cronistas. Un latiguillo que repitió hasta el cansancio.
-¿Lo echaron por decir la verdad? Porque Reutemann es menemista -le preguntaron.
-Ayer presenté la renuncia. Hoy no hago declaraciones.
-¿En qué condiciones se va?
-Anímicas, excelentes.
-¿Y cómo queda su relación política con el gobernador?
-Excelente. Y con el PJ, excelente.
-Pero en la provincia no hay antecedentes de un hecho como éste.
-Bueno, siempre hay tiempo para innovar dijo Rossi con un toque irónico. Y se fue.
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