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Miércoles, 25 de noviembre de 2015

SANTA FE › SIGUE DETENIDO EL ASESINO DE ROBERTO ARRIETA

A los tiros dentro de la comisaría

"El policía volvió a cargar y le tiró, a no más de un metro y medio de distancia, y le dio en el centro del pecho". Con esas palabras el fiscal de San Lorenzo, Aquiles Balbis, pidió ayer la continuidad de la detención del policía Jonatan Puebla, acusado del brutal crimen de Roberto Arrieta, el 6 de septiembre pasado, perpetrado con un disparo de pistola antitumulto, en la puerta de la seccional 5ª de Puerto General San Martín. Ante ello, la Cámara Penal ordenó que siga preso hasta la acusación que la Fiscalía deberá realizar antes de febrero próximo. Al salir de Tribunales, los hermanos, la novia y la madre del chico de 22 años, que había ido a reclamar a la comisaría por el incidente de tránsito en el que la policía lo chocó, se estrecharon en abrazos y lágrimas. "Era lo que esperábamos", dijo Dante, uno de los hermanos.

El domingo 6 de setiembre pasado, Roberto festejaba su cumpleaños y en determinado momento salió en su moto a buscar alimentos, para continuar con el festejo. En el trayecto, fue interceptado por un control policial que intentó evadir, porque no tenía el casco puesto. Fue entonces que uno de los agentes del Grupo de Operaciones Complejas (GOC), apostados en el operativo, decidió perseguir al chico, lo que provocó un choque entre el móvil policial y la motocicleta, que terminó con la caída de Roberto. Fue entonces que llegó uno de los hermanos de Roberto y desde allí, fueron a la comisaría 5ª de Puerto General San Martín, donde ya estaban reunidos sus familiares, para protestar por el suceso.

Mientras Roberto estaba adentro de la seccional con su novia, intentando realizar la denuncia por lo sucedido ﷓según expresa la familia﷓, el agente de la GOC, Jonatan Puebla, salió con una pistola que carga balas de goma. Al parecer, allí comenzaron los insultos y el policía habría efectuado uno o dos (aún no está establecido) disparos al aire. En medio de las agresiones verbales, Puebla trastabilló al toparse con unas motos estacionadas. Fue entonces cuando Roberto salió de la seccional y le dijo que parara de tirar, que había niños. Según la Fiscalía, el suboficial "se reincorporó, luego de trastabillar, cargó el arma nuevamente y tiró a muy corta distancia de Arrieta", hiriéndolo de muerte. De hecho, ayer los fiscales Balbis y Karina Bartocci, de Violencia Institucional, aseguraron que "el cartucho (con balas de goma) ni siquiera alcanzó a abrirse".

Para la defensa del imputado, que ofreció una fianza de más de 100 mil pesos, al trastabillar, "el arma se le disparó" al suboficial, por lo que negaron que sea un hecho doloso (con intención). "No tuvo la voluntad de matar, solo debía disuadir el tumulto", dijo el abogado.

Por su parte, la familia fue clara: "Yo lo único que quiero es justicia por mi hijo, porque me lo mataron como a un perro", dijo Nely, con el rostro empapado en lágrimas. "Puebla asesino", pintaron los familiares en la puerta de ingreso al Tribunal, por calle Moreno.

En tanto, Ivaldi Artacho dispuso que antes de febrero de 2016 la Fiscalía presente las conclusiones de la investigación.

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