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La persecución de los dos evadidos del penal bonearense de General Alvear, Christian Lanatta y Víctor Schillaci, continuó ayer camino al norte, a la vera del río San Javier. Y de los arrozales y montes de Cayastá, adonde anteayer había sido recapturado Martín Lanatta, los federales y la policía desplegaron la búsqueda sobre la ciudad de Helvecia, pero sin lograr apresar a los fugitivos. Mientras tanto, agentes de Prefectura Naval comenzaron ayer a buscarlos en el río y la zona de islas.

Las fuerzas de seguridad se trasladaron hasta esta localidad costera, doce kilómetros al norte de Cayastá, luego de la policía recibiera llamados de vecinos que aseguraban haber visto a los prófugos en la zona urbana. Hacia la una de la tarde de ayer, bajo un sol que llevaba el termómetro arriba de los 35 grados, los efectivos protagonizaron una redada en los fondos de un establecimiento de transporte de camiones, seguidos por presencia de no pocos curiosos, ávidos por ver en vivo y en directo lo que hasta el día anterior habían seguido por televisión.

Voceros de la Policía provincial señalaron que las distintas divisiones de Gendarmería Nacional, Policía Federal, Policía de Seguridad Aeroportuaria y sus propios hombres acudieron a Helvecia porque al mediodía se había recibido un alerta de que los prófugos podrían estar ocultos en unas cabañas para turistas de esa localidad visitada sobre todo por pescadores deportivos venidos desde otras provincias y desde el exterior, incluso. Allí había vecinos que aseguraban haberlos visto a Lanatta y a Schillaci.

Si bien en un primer momento se indicó que un tiroteo en esa localidad había derivado en el procedimiento, las fuentes señalaron que aun no se comprobó que haya existido un enfrentamiento o disparos de arma de fuego en el lugar. No obstante, las imágenes de televisión mostraron una escaramuza en la que se pudo escuchar unos pocos disparos.

Un vecino de Helvecia contó a los medios presentes que entre las 12.10 y 12.15 vio a dos sospechosos, "uno con la camiseta de Boca y otro vestido de camisa negra", que querían entrar por la fuerza a una cabaña alquilada por una mujer y pedían a gritos que les abrieran la puerta.

"Llamé a mi cuñada que es policía", dijo el testigo, y comentó luego que no vio ningún vehículo por donde se encontraban estos sospechosos. Asimismo, remarcó que los perseguidores llegaron "rapidísimo" al lugar.

En cambio, una mujer contó que alrededor de las 12.30 ella estaba con su hija de 16 años en la calle Maipú charlando con otros vecinos cuando la chica le dijo: "¡Ma, ahí van los tipos!".

"Iban en un auto color gris. Ella los reconoció", indicó la vecina, que describió el vehículo como "chico" y con los vidrios de las ventanillas bajos, lo que permitió que su hija los reconociera.

A partir de los datos aportados por los vecinos, las fuerzas de seguridad inspeccionaron las cabañas y un aserradero situado enfrente de dicho hospedaje, entre otras construcciones de la zona.

El dueño de este predio maderero dijo que él estaba en su domicilio y que se acercó al lugar cuando lo alertaron de la situación.

"La vecina que estaba parando en las cabañas de acá enfrente dijo que le tocaron la puerta y los reconoció", precisó el propietario del aserradero, y describió que desde Helvecia "hay varios caminos" que los prófugos pudieron haber tomado para huir.

Mientras unos 600 hombres rastrean en tierra a los evadidos, agentes de Prefectura Naval lanzó la búsqueda sobre el río y las islas, en posibilidad de que los dos que quedan por apresar hubieran alcanzado la costa.

Por otro lado, Martín Lanatta fue trasladado ayer a la Unidad Penal 1 de Ezeiza, luego de haber sido capturado el sábado en las afueras de Cayastá. Su abogada, María Elizabeth Gasaro dijo que el condenado a prisión perpetua por el triple crimen de General Rodríguez se encuentra "muy cansado y angustiado" y que hoy, una vez repuesto, declarará ante el juez federal Sergio Torres.