Mañana el gobernador Miguel Lifschitz tiene previsto reunirse con el ministro de Energía y Minería de la Nación, Juan José Aranguren. El tema son las tarifas eléctricas que se han disparado tras las quita de los subsidios nacionales, a lo que en Santa Fe se agregan los aumentos determinados por la Empresa Provincial de la Energía. La EPE tenía presupuestados para este año unos mil millones de pesos para comprarle energía a Camesa. Pero con la quita de los subsidios ese precio se elevó a unos 4.800 millones.

En tanto en la provincia, legisladores como Rubén Giustiniani y Silvia Augsburguer han solicitado que se suspendar los incrementos tarifarios provinciales hasta tener un escenario más claro, y además reflotaron un viejo proyecto que nunca logra hacer pié en la Legislatura: La creación de un ente regulador de la EPE.

Por su lado, a través de un decreto, el concejal Jorge Rosario Boasso impulsa el rechazo a los desmedidos aumentos en la factura de luz que aplicó la Empresa Provincial de la Energía (EPE). El edil radical encomienda al Poder Ejecutivo provincial a que intervenga, frene el incremento y establezca un tope en relación a la paritaria docente o de empleados de comercio. Boasso planteó que la iniciativa expresa el reclamo recibido por cientos de vecinos que vieron reflejado el excesivo porcentaje en sus boletas, y que para abril llegarán a un 100 por ciento en relación a los últimos meses del 2015. "Hemos recibido numerosas quejas de vecinos que sufren permanentes cortes de luz, e incluso barrios de Rosario que reciben mucho menos de los 220 voltios correspondientes, lo que causó daños en electrodomésticos. A este pésimo servicio se le suma un desmedido aumento en las boletas de luz", detalló Boasso.

Se conocieron cifras oficiales que ubican a la EPE liderando el ranking de reclamos por parte de los usuarios. La denuncia más recurrente es por sobre facturación en el consumo. Los vecinos se sienten a la deriva y desprotegidos ante los abusos de esta empresa provincial. "Lifschitz tiene la obligación de dar explicaciones al respecto", remarcó Boasso.

El edil radical dijo que en Santa Fe se paga la tarifa eléctrica más alta del país. En la última década la EPE fue ajustando anualmente la misma, acumulando durante ese período un incremento en torno al 335 por ciento. El 1º de diciembre pasado la aumentó un 26,9 por ciento, en febrero se sumó otro de entre el 42 y el 58 por ciento. Estos ajustes con porcentajes exorbitantes, consideró Boasso, son imposibles de afrontar por los usuarios.