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"Es difícil, o al menos muchas veces la sociedad lo hace más, colocar el cuerpo del actor en un encuadre que no fuese el que determinan los medios masivos", dijo el actor Luis Machín a Rosario/12, como adelanto de la charla que dará el lunes a las 19.30 en el Centro de Expresiones Contemporáneas (Sgto. Cabral y el río).

A la hora de reflexionar acerca del compromiso del actor, Machín lo ubica como comunicador social y no sólo como referente a la hora de hablar de su vida privada, o que marca de perfume usa.

"Hay un público determinado que en su afán de reconocerse en el actor que cree admirar, fagocita la posibilidad de este último de constituirse como algo más de lo que se le pide", dice este actor que ha transitado por diversas facetas de las artes dramáticas.

"Habría que hablar de culpas compartidas, por un lado un grupo de personas que, acribilladas por pasquines sin sentido y revistas del corazón, determinan un rumbo a la vida de los actores consumiendo este tipo de lecturas, y por el otro esos mismos actores que demandados por ese mercado no logran correrse de ese camino predeterminado", comentó Machín a este diario.

El actor que nos deslumbró durante su última visita en "Vigilia de noche", considera que no es fácil determinar el momento en que un actor comienza a embrutecer su destino y relaciona esto con las implacables leyes de la sociedad de consumo.

"No es menos difícil intentar pensarse como parte de una sociedad que consume lo que le ponen adelante como si de un manjar se tratara; sin menospreciar el sentido del que especta; pero si merece al menos una pequeña reflexión de la sociedad en la se vive y en la que el actor se inserta", dice Machín.