El gobernador Jorge Obeid salió a poner la cara ante el conflicto sin fin en la unidad de terapia intensiva del hospital de Niños. Hasta ahora, la ministra de Salud, Silvia Simoncini, había piloteaba la crisis que detonó con la renuncia de 17 médicos del servicio, empujó al gobierno a "declarar la emergencia sanitaria" por 90 días, convocar a especialistas de otras provincias y obligar a un grupo de renunciantes a cubrir guardias bajo la amenaza de denunciarlos ante la justicia. Simoncini se tuvo que hacer cargo del recambio el domingo a la noche, en un clima de tensión, rodeada por policías y el juez penal Jorge Patrizi. Ayer, Obeid atribuyó el escándalo "a una actitud condenable de los médicos que dejaron desprotegido a los niños" internados y reveló que algunos reemplazantes "se fueron por los aprietes" que sufrieron. "Acá hubo una maniobra para generar un conflicto donde no lo había que tiene que mucho que ver con la posibilidad de abrir una terapia infantil en el sector privado para después derivarle (los pacientes) del sector público", denunció.

Obeid llamó al ministro de Salud Ginés González García ﷓que estaba en Estados Unidos con el presidente Néstor Kirchner﷓ para pedirle ayuda. Y ayer recibió a delegación oficial encabezada por el viceministro Carlos Soratti y los jefes de terapia intensiva de los hospitales Garrahan y Posadas "para diseñar un sistema de atención ya definitivo" en el hospital de Niños de Santa Fe. "Vamos a dejar atrás un momento desgraciado que no fue consecuencia del gobierno sino de una actitud condenable de un grupo de médicos que dejó desprotegido a los niños que estaban en terapia intensiva, presentando su renuncia", dijo el gobernador.

-¿La presencia de médicos terapistas de otros lugares del país indica que el conflicto se les fue de las mano? -le preguntaron.

-No, en absoluto -se enojó Obeid-. Acá hubo una maniobra para tratar de generar un conflicto donde no lo había que tiene que mucho que ver con la posibilidad de abrir una terapia infantil en el sector privado, para después derivarle (los pacientes) del sector público. No se pude lucrar con la salud desde lo privado y menos, con la vida de los chicos".

Obeid explicó las dificultades para reemplazar a los médicos renunciantes. "Se van consiguiendo terapistas, pero algunos vinieron y se fueron por los aprietes. Ahora logramos solucionar el problema", explicó.

-¿Los médicos son suficientes?

-Sí. Pero se va a incorporar otro equipo de terapistas que nos va a permitir solucionar definitivamente el conflicto. Lo importante es que ya estamos recomponiendo todo el servicio de terapia del hospital público de Niños.

El gobernador dijo que "hubo todo tipo de diálogo con los médicos renunciantes, pero ellos priorizaron supuestos privilegios o intereses materiales, a lo que era la seguridad de los chicos. Ellos tomaron una decisión que los alejó del hospital".

La ministra concurrió el domingo al hospital para acompañar a médicos de Corrientes que se hicieron cargo de la unidad de cuidados intensivos y contener a los padres de los pequeños internados. Estaba rodeada por su gabinete de salud, policías y el juez Patrizi. El recambio fue formalizado ante un escribano público, en un clima de tensión.