Con el anuncio de tres jornadas de paro para la semana que viene -4, 5 y 6 de octubre, que se esperan que confluyan con igual medida tomada por los profesores de la Regional Rosario de la Universidad Tecnológica Nacional- terminó ayer la asamblea de los docentes de la Universidad Nacional de Rosario en la Facultad de Humanidades y Artes. Esta semana habrá dos clases públicas para difundir el conflicto mientras se prepara la delegación que participará el viernes y el sábado del congreso ordinario y extraordinario de la Conadu en Paraná cuando se elegirán nuevas autoridades y se discutirá sobre el estado de la federación y la nacionalización del plan de lucha. La asamblea de los docentes rosarinos resolvió los paros anunciados después que el último plenario de Conadu, el viernes último, no tomó medidas de acción directa y ante la disconformidad marcada por todas las organizaciones de base con la propuesta de blanqueo del gobierno nacional que llega sólo al 50 por ciento para fines de año. La aspiración es que ese blanqueo sea del 100 por ciento para llegar a marzo del próximo año en condiciones de discutir aumento salarial.

La asamblea docente resolvió ayer llevar adelante dos jornadas de clases públicas, mañana y el jueves, con el objetivo de difundir al máximo la problemática y las reivindicaciones docentes para converger el 4, 5 y 6 con la UTN local en los que se anuncian que serán los días de paro de la Tecnológica y de la Conadu Histórica. De todos modos la estrategia de la asamblea fue la de dar cumplimiento a lo resuelto en la reunión anterior -decidir medidas si no lo hacía el plenario de Conadu ante la falta de respuestas satisfactorias- pero a la vez apostar a la reunión del viernes y sábado en Paraná cuando se discuta en el congreso de la federación la nacionalización de la medida que por otra parte ya están resolviendo otras regionales.

El viernes en Paraná el congreso odinario deberá elegir las nuevas autoridades de la federación y el sábado se discutirá el estado de la organización, la situación salarial y el lineamiento del plan de lucha al que Rosario y otras regionales tratarán de aportar para que las 72 horas sean tomadas nacionalmente.

"Los docentes universitarios esperamos llegar con todas las sumas blanqueadas hacia fin de año para poder estar discutiendo en marzo o abril la recomposición salarial al igual que el resto de los gremios", señaló el secretario gremial de la Coad, Gustavo Brufman. Por ahora desde Políticas Universitarias se ofrece el 50 por ciento de blanqueo hasta diciembre y el otro 50 por ciento en marzo, una propuesta que no convence a los docentes que además reclaman que el gobierno cumpla con su promesa de una ley previsional que les asegure el 82 por ciento móvil.

En su momento el plenario de secretarios generales de la Conadu resolvió reiterar a la Nación el reclamo porque mejore su oferta de blanqueo que no llega al 100 por ciento como piden los docentes, por la ley que consagre ese 82 por ciento móvil para todos los docentes universitarios, el tratamiento del convenio colectivo de trabajo, la fijación del futuro nomenclador salarial y un cronograma para la recomposición que permita alcanzar la media canasta familiar para el cargo testigo.

La UTN tiene decidido el paro para el próximo miércoles 4 de octubre en función de un pliego de reivindicaciones de carácter local y a esa jornada de 24 horas posiblemente se sumen 48 horas más que resolvería la Conadu Histórica en estos días en el que es un reclamo común a todas las universidades, la media canasta familiar, es decir 1.100 pesos, para el cargo testigo y el tema previsional.

La Regional Rosario de la Universidad Tecnológica Nacional tiene cerca de 3.000 alumnos y 500 docentes. Según Horacio Valentini, presidente de la Regional Rosario, los problemas específicos tienen que ver con el dictado de las materias contra- cuatrimestrales "y el hecho de que en esa comisión no se les abona a los docentes el cargo que les corresponde". Además la protesta local tiene relación con el sistema de control de asistencia aprobado por el decano, ingeniero Rubén Cicarelli, en febrero pasado, al que Valentini califica como "violatorio de la libertad de cátedra" y que se ejerce "tipo escuela secundaria" sin tener en cuenta otras actividades como los trabajos en laboratorio, las visitas a fábricas o talleres.