Los integrantes del Sindicato de Peones de Taxis definirán esta tarde si suspenden el servicio nocturno por tiempo indeterminado en reclamo de mayor presencia policial en las calles rosarinas. Lo resolverán después de reunirse con el intendente Miguel Lifschitz, el ministro de Gobierno, Roberto Rosúa, el subsecretario de Seguridad provincial, Gustavo Peters y el jefe de la policía rosarina, Héctor Hermida. "Si no hay un compromiso claro de incrementar los patrullajes en los barrios peligrosos vamos a lanzar la medida de fuerza", advirtió el titular del gremio, Horacio Boix. El dirigente sindical se mostró escéptico "porque incluso el fin de semana no se notó presencia de la policía". En ese marco, Boix confió que entre viernes y sábado otros cuatro taxistas fueron asaltados. Consultado por Rosario/12, Peters se mostró sorprendido por la advertencia tachera. "Venimos trabajando en conjunto, haciendo controles regulares en las zonas que los taxistas marcaron peligrosas y ellos mismos lo reconocen. Lo que no podemos garantizar es cero delito", sostuvo el funcionario.

Por la mañana los taxistas se reunirán con Lifschitz en el Palacio de los Leones. Ayer el Sindicato eligió a los integrantes de la Comisión de Seguimiento de la problemática de la inseguridad, consensuada con el cuerpo de delegados. Durante la reunión los tacheros y el intendente analizarán las medidas aplicadas durante el fin de semana y los reclamos a plantear a la cúpula policial y del Ministerio de Gobierno.

A las 18, en la delegación local de la Gobernación, el jefe comunal acompañará a los conductores al cónclave con el ministro Rosúa, Peters y Hermida. "Si el gobierno se compromete a sacar la policía a las calles no vamos a concretar el paro. Pero tenemos versiones extraoficiales que indican que la Unidad Regional II no tienen efectivos disponibles. Nosotros necesitamos al menos entre 20 y 25 patrullas que recorran las zonas rojas de la ciudad, que son muchas. Saliendo de los bulevares estamos prácticamente rodeados de barrios peligrosos", precisó Boix.

De no ser satisfactoria la propuesta de las autoridades provinciales, los taxistas dejarán de prestar el servicio nocturno entre las 22 y las 6 de la mañana. "Desde mañana mismo (por esta noche) y hasta que notemos agentes en las calles", agregó el dirigente gremial, aclarando así que la medida de fuerza no será sólo por una noche como había trascendido incialmente la semana pasada, tras los asaltos y agresiones que sufrieron los choferes en la madrugada del día de la Primavera.

Consultado por este diario, el subsecretario de Seguridad Pública no ocultó su sorpresa por el malestar del Sindicato. "Me llama la atención porque no hemos tenido mayores quejas en los últimos tiempos. Los controles en las zonas peligrosas identificadas por los peones se vienen haciendo regularmente en coordinación con los propios taxistas", aseveró Gustavo Peters quien se excusó de responder si la Unidad Regional II está en condiciones de intensificar los patrullajes. "Eso lo dirá el jefe de la policía de Rosario en la reunión", indicó.

Para Peters "gran parte de los reclamos de los taxistas están vinculados con medidas de seguridad que deben aplicarse al interior de las unidades que debe garantizar la municipalidad de Rosario. De hecho la reunión (de esta tarde) se hace a pedido de la propia municipalidad".

El funcionario provincial aclaró que a los propios actores les advirtió "que la provincia no puede garantizar delito cero, menos en los taxis, por las características mismas de esta actividad. Además la policía es un servicio para toda la comunidad no para un solo sector". De todas formas, "por ejemplo en la ciudad de Santa Fe los tacheros avisan a la policía antes de ingresar a algún barrio peligroso y ocasionalmente se los acompaña o se hacen patrullajes en la zona. Pero el acompañamiento es complejo, a veces puede ser contraproducente para el pasajero".