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El gobernador Miguel Lifschitz lamentó ayer los incidentes y las pintadas registradas tras la masiva marcha del Encuentro Nacional de Mujeres y sostuvo que hay que acostumbrarse a "poner límites". Y para que no queden dudas agregó: "El límite es la violencia, es avanzar sobre los derechos del otro". En ese sentido, el titular de la Casa Gris comparó los hechos violentos con un partido de fútbol, "donde hay 50 mil personas que van a disfrutarlo y un grupo de 50 o 100 inadaptados provocan incidentes". Por su parte el ministro de Seguridad provincial, Maximiliano Pullaro, entregó ayer el material fílmico de los hechos del domingo por la noche en la Catedral, al fiscal regional Jorge Baclini. El mandatario provincial se esforzó en diferenciar "dos realidades distintas" dentro de la movilización femenina. "Hubo 70 mil mujeres que provenían de todas las provincias y de todos los sectores sociales, con muy poca presencia policial porque así lo habían pedido, y todo eso se desarrolló con total normalidad", dijo Pullaro, que ahora espera que "se pueda avanzar y que los responsables paguen".

El ministro de Seguridad Pullaro entregó ayer en mano al Fiscal Regional material fílmico y otras pruebas para identificar a los autores de los incidentes ocurridos en inmediaciones de la Catedral. Luego del encuentro el ministro indicó: "Tenemos elementos probatorios fílmicos, a través del trabajo de los equipos de filmación de la Dirección Provincial de Eventos Masivos, para identificar a estas personas, a las que causaron desmanes, y tuvieron una violencia inusitada para lo que fue una marcha de gran magnitud".

"Lo que vemos es que fueron grupos organizados, en función de como atacaban al personal policial, y como retrocedían ante el avance policial, tenían una logística y una organización. No podemos hablar sobre quiénes estaban detrás de esta organización, pero había una logística, disponer de bombas molotov, botellas de vidrio, piedras y al menos un arma de fuego, habla de una organización prevía que tenia una clara intencionalidad, que era dañar el patrimonio de la ciudad", amplió el ministro.

Pullaro expresó que "la inmensa mayoría de mujeres que marcharon lo hicieron pacíficamente sin provocar, ni violentar nada en la ciudad. Solamente grupos minoritarios, provocaron roturas de diferentes tipos y hechos de vandalismo e intentaron, en varias oportunidades, prender fuego a un monumento histórico como es la Catedral".