La UCR quedó ayer al borde de una fractura ante la decisión de los radicales B (por su afinidad con Hermes Binner) de levantarse contra el grupo Mimicha (de Michlig-Millet y Cáceres) que pretende monopolizar las negociaciones con el socialismo y poner como candidata a vicegobernadora del Frente Progresista a una "afiliada radical de dilatada militancia", un corsé político que excluye a la fiscal federal Griselda Tessio y aumenta las chances de la diputada nacional Alicia Tate. Los radicales por el Frente Progresista -como se llaman- convocaron a una asamblea partidaria para el jueves, a las 19, que aparece como la contracara del plenario del viernes pasado en el que Michlig y Millet aceptaron tomar distancia del tironeo con el PS, pero digitaron una nueva mesa negociadora integrada por sus propios amigos y uno de su nuevo aliado, Changui Cáceres. Los frentistas rechazaron el reciclaje de los Mimí en el grupo Mimicha. "No pueden representar al partido, si hay voluntad de construcción común del Frente, quienes han sostenido fuertes enfrentamientos públicos con los referentes principales del Partido Socialista y obstaculizaron las instancias de consenso. Ha quedado claro su fracaso en las negociaciones producto de sus actitudes rupturistas", dice un documento difundido por los convocantes.

El llamado a la asamblea del jueves se definió ayer entre referentes de distintos sectores de la UCR: el senador Carlos Fascendini, el diputado nacional Hugo Storero, el ex presidente del Concejo Municipal, Darío Boscarol, el concejal Julio Schneider, el ex diputado nacional Carlos Iparraguirre y el diputado Santiago Mascheroni. Un realineamiento interno. Fascendini, Storero y el diputado Hugo Marcucci participaron hasta muy poco en la lista Verde -que capitanean los Mimí-, mientras que Iparraguirre y Mascheroni integran la lista Celeste, de la minoría.

"Los convocantes somos hombres y mujeres del radicalismo que venimos trabajando desde hace tiempo en la construcción de un espacio político capaz de terminar con más de veinte años de gobiernos justicialistas en la provincia de Santa Fe. Y pensamos que desde la UCR no podemos seguir dando señales equívocas que van en sentido contrario a la constitución del Frente Progresista, respaldado por la amplia mayoría de los radicales", dice el documento.

Por lo tanto, "no pueden representar a la UCR, si hay voluntad de construcción común del Frente, quienes han sostenido fuertes enfrentamientos públicos con los referentes principales del Partido Socialista, obstaculizando las instancias de consenso. Ha quedado claro su fracaso en las negociaciones producto de sus actitudes rupturistas", agrega la declaración en obvia referencia los desplantes públicos de Michlig y Millet a Binner.

El documento repudia también el intento de los Mimí de exigir que la compañera de fórmula de Binner sea "afiliada a la UCR" y exhiba "una dilatada militancia" partidaria. Un corsé político que deja afuera a Tessio. "Un radicalismo con vocación de construir sus opciones políticas de cara a la sociedad, debe buscar a los mejores hombres y mujeres sin ceñirse a la restricción partidaria para las principales representaciones; esto es contrario a la experiencia enriquecedora de muchas candidaturas que fortalecieron nuestros vínculos con la sociedad a la que aspiramos a representar". "Nuestro candidato a formar parte de la fórmula del Frente Progresista debe sostener los valores y principios que históricamente hemos defendido y ser quien mejor encarne nuestros ideales de una sociedad más justa, más democrática y más igualitaria", apuntó.

"Con la convicción de que la UCR se reconstruirá en tanto mejore su representatividad social y su vocación de gobernar la provincia de Santa Fe y que ello sólo es posible con gestos sinceros y honestos para la construcción del Frente Progresista, se convoca a los radicales santafesinos a acordar las futuras estrategias", concluyó.

Los frentistas salieron también a explicar por qué la mesa de enlace designada por el grupo Mimicha no está en condiciones de negociar con el socialismo. "No es posible prescindir del radicalismo de La Capital, que es uno los elementos centrales de la fortaleza del partido, de actores políticos como Fascendini o de las minorías partidarias", dijo el ex concejal Boscarol.

-¿Usted insiste que la conducción de la UCR no quiere el frente?

-Yo creo que Michilg y Millet están convencidos que el frente no tiene que constituirse y ahora lo que están haciendo con estas decisiones es jalonar argumentos destinados a justificar lo que ya tienen decidido.