La llegada a Santa Fe de los delegados del gobierno nacional para intervenir en el conflicto docente marca el grado de importancia que el gobierno de Néstor Kirchner le asigna a esta cuestión, sobre todo en un año electoral en el que su Ministro Daniel Filmus aspira a transformase en Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Así fue que la semana pasada, ante el no inicio del ciclo lectivo en la provincia de Buenos Aires, al Gobernador Felipe Sola le "despidieron" a su Ministro de Economía -que se resistía a otorgar una mejora salarial- y en su reemplazo asumió un estrecho colaborador de Felisa Miceli que prontamente garantizó el cursado normal de clases. En Santa Fe la cosa es diferente, pero "la misión" de Guillermo Alonso Nabone -subsecretario de relaciones laborales de la Nación- y de Oscar Devries -subsecretario de planeamiento educativo- es la misma: garantizar que la semana que comienza sea la última del conflicto docente en Santa Fe. Para ello ya se han realizado algunos contactos informales y se estudian diferentes escenarios, entre ellos -aunque parezca contradictorio- el de la conciliación obligatoria, mayoritariamente rechazada por los docentes la semana pasada. La intervención de Ctera, el ofrecimiento del Colegio de Abogados -como mediador independiente- se agregan a la presencia de los funcionarios nacionales que ya fijaron su posición: "Lo que sucede es insólito, no lo podemos entender, no sólo rechazan el mejor ofrecimiento salarial que se hizo en el país, sino que caen fuera de la ley al no acatar la conciliación obligatoria" dijo Devries, que es el encargado de la relación con las provincias en la cartera educativa.

Las conversaciones entre el Gobernador Jorge Obeid y los Ministros Carlos Tomada y Daniel Filmus en los últimos días fueron frecuentes y de tono amigable. A diferencia de lo que sucedió con el Gobernador Felipe Sola, el santafesino pudo exhibirle a los ministros una oferta salarial superior a la del resto del país. Y si bien la intervención de la nación en un conflicto que habitualmente se dirime en los límites de la provincia puede dejar una imagen de debilitamiento de la figura de Obeid, desde la Casa Rosada se le ha hecho saber al Gobernador que "vamos a respaldar lo hecho por la gestión", lo cual marca una diferencia sustancial con lo ocurrido en Buenos Aires. Sin embargo no todo es "sin cargo" y hasta es probable que en la negociación el gobierno deba conceder por ejemplo que un tercero -en ese caso el Colegio de Abogados- se incorpore a las negociaciones, que por cierto serán "breves y concretas" según dijo a este medio un funcionario del gobierno nacional. En el día de ayer, los dirigentes gremiales se mostraban satisfechos con esa posibilidad pero no así la Ministra Adriana Cantero, que a esta hora debe estar arrepentida de haber "subido la apuesta" anunciando su renuncia -que no se produjo- si no se iniciaban las clases.

En términos de "nueva propuesta" no se ha avanzado, y hasta es probable que no haya variantes de fondo en la negociación, si en cambio se espera un clima de mayor distensión y un ámbito de discusión que rompa con la lógica que ha caracterizado el conflicto de "vencedores y vencidos". En ese sentido, la ira del Gobernador -que consciente de haber hecho la mejor propuesta salarial de todos los Estados, no asimilo el rechazo de Amsafe- probablemente se aplaque y le permita ver que 15 mil votos rechazando la propuesta salarial y otros tantos desestimando la conciliación obligatoria, con los riesgos que ello conlleva- no puede explicarse únicamente a partir del "arrastre" de un dirigente o un sector sindical, que no incluyó entre las alternativas el "acatamiento" a la conciliación obligatoria.

Mañana a las 16 en la sede de la Secretaria de Trabajo de la ciudad de Santa Fe se encontrarán los representantes del Gobierno provincial y la dirigencia e Amsafe. Esta vez, además de ellos concurrirán los enviados del gobierno nacional que ya han tomado contacto con los referentes sindicales de CTERA. "No se puede negociar a todo o nada", dijo José María Tessa ex-secretario general de Amsafe, y actualmente número dos de Hugo Yasky en la conducción nacional. Y esa lógica debería también funcionar en el gobierno, sobre todo si se atiende al clamor popular que apunta a que haya clases y no a que se desbarate una conducción sindical.