El desfile en Tribunales de once imputados por su presunta responsabilidad en la catástrofe del río Salado comenzó ayer con un fallido. El juez Diego de la Torre (Instrucción 7ª.) que debía indagar al primero de la tanda -el ex secretario de Obras Públicas de la provincia, Juan Carlos Gómez Galissier- suspendió la audiencia a pedido del propio acusado, quien argumentó que había recibido la cédula de notificación recién al mediodía y por lo tanto "no tuvo tiempo suficiente para designar un abogado defensor". El fiscal Ricardo Favaretto prestó su conformidad a la solicitud de Gómez Galissier para declarar más adelante. Así que ahora, la ronda de indagatorias continuará con otros cuatro ex funcionarios de Carlos Reutemann: esta tarde, el ex ministro de Obras Públicas, Edgardo Berli; mañana, el ex administrador de Vialidad Provincial, José D'Ambrosio; el jueves, el ex director de Hidráulica, Ricardo Fratti y el viernes, el ex director de Defensa Civil, Carlos Filomena. Entre el 17 y el 24 de noviembre le tocará a cinco ex funcionarios municipales y el 25 cerrará el ex intendente de Santa Fe, Marcelo Alvarez, aunque es probable que ese privilegio quede para el que no declaró ayer.

El juez podría encuadrar conductas en las figuras de "estrago culposo" e "incumplimiento de los deberes de funcionario público" que son excarcelables ﷓con lo cual nadie corre el riesgo de quedar preso﷓, pero no eximen de cumplir un trámite de rigor: pasar por el pinta dedos del Gabinete de Identificaciones de la Policía.

Un fuerte operativo de seguridad rodeó el Palacio de Tribunales para proteger el paso de Gómez Galissier por el despacho del juez De la Torre que ﷓después se supo﷓ fue al solo efecto de no declarar y suspender la indagatoria para otra fecha. Policías uniformados bloquearon la puerta principal, mientras otros se apostaron en las esquinas y en la parte posterior del edificio. Algunos de civil merodeaban por la zona.

Gómez Galissier no tuvo problemas para burlar la guardia periodística y mucho menos para pasar inadvertido ante las víctimas de la catástrofe del 29 de abril que reclamaban justicia en la puerta del frente, pero que a él ni siquiera lo conocen por fotografías. El ex secretario de Obras Públicas de Reutemann entró y salió a las corridas por la puerta de atrás ﷓a metros del despacho de De la Torre﷓ y se zambulló a bordo de un Citroen azul, al que un policía solícito le abrió los portones cerrados con cadena y candado. El operativo resultó un calco al que rodea a los Tribunales Federales de Rosario cuando indagan a los represores de la dictadura: entran y salen por un portón encadenado, en un vehículo a velocidad y muy lejos de reporteros y cámaras de TV.

Así ocurrió ayer en los Tribunales santafesinos, con la diferencia que después la Oficina de Prensa del Poder Judicial informó que ni siquiera hubo indagatoria. "La declaración que debía prestar el señor Gómez Galissier en el marco de la causa que investiga posibles responsabilidades penales de funcionarios públicos por las inundaciones acaecidas en abril de 2003, se pospuso para nueva fecha", dice el comunicado. "La medida fue adoptada a pedido del declarante, puesto que la citación para la audiencia llegó a sus manos recién este mediodía (por ayer), razón por la cual no había contado con tiempo suficiente para designar un abogado de confianza. El fiscal Nº 2, Ricardo Favaretto, que estaba presente en el acto, prestó también su conformidad al pedido", explicó.

En la vereda del frente, un grupo de víctimas de la catástrofe exigió juicio y castigo a los inundadores, como llaman a los responsables políticos "La justicia es lenta, pero llega", se ilusionó María Claudia Albornoz (Carpa de la Negra de la Memoria y la Dignidad), quien interpretó los llamados a indagatorias como la consecuencia de la lucha por la verdad y justicia. "Los culpables tendrán que pagar", afirmó.

-Una de las cuestiones polémicas es que Reutemann no está en esta primera línea de indagados ﷓le preguntaron.

-Hay una ley de Defensa Civil que dice claramente que el responsable es el gobernador de la provincia. Así que Reutemann no podrá zafar. No queremos chivos expiatorios, queremos al responsable y nosotros sabemos quién es.