La Municipalidad intentará hoy encauzar el conflicto desatado en dos líneas del transporte urbano de pasajeros, cuyos choferes dejaron de pretar el servicio desde el sábado en reclamo de salarios atrasados y deudas previsionales. A media mañana se reunirán las partes en la Secretaría de Trabajo y buscarán conseguir de parte de la Sindicatura que interviene en el concurso de acreedores de Molino Blanco -líneas 120 y 133- un compromiso para administrar la firma hasta que culmine la concesión, es decir hasta mediados del 2006.

Los 76 trabajadores de la empresa que maneja Nelso Manenti (entre choferes, administrativos y mecánicos) continuaron ayer sin sacar a la calle las 24 unidades de la firma. Relaman el pago de salarios y la cancelación de una deuda provisional de parte de la patronal.

La secretaria de Servicios Públicos, Clara García, recordó que Molino Blanco se encuentra en concurso preventivo de acreedores. "Al ser una empresa concursada, la Justicia interviene en su administración y a partir de las conclusiones que se saquen veremos si hay alguna alternativa para que la empresa siga funcionando con su concurso como lo están haciendo normalmente dos empresas más o lograr que los servicios se presten a partir de otra empresa", sugirió la funcionaria.

Hoy a las 11 se encontrarán las partes en la delegación local de la Secretaría de Trabajo. El municipio buscará arrancarle a la Sindicatura un compromiso escrito para que administre la empresa hasta que caduque la precaria concesión, una vez adjudicados los nuevos recorridos. Sucede que no hay otras empresas del sistema interesadas en absorber las líneas 120 y 133 y la única alternativa era que la tomara la estatal Semtur, escenario que no convencía del todo al Ejecutivo municipal.

Por su parte el titular de la empresa Molino Blanco, Nelso Manenti, dijo que espera que otra empresa o la Municipalidad se hagan cargo de las líneas 120 y 133, en relación a la imposibilidad de abonar los sueldos a los trabajadores y frente a una potencial quiebra.

"Los costos superaron a los ingresos, son dos líneas que no son de gran producción como para sostener", señaló el empresario para luego añadir: "No nos quedó otra alternativa".

Según informó el titular de Molino Blanco junto a sus socios se encuentran a la "espera de lo que resuelva la Municipalidad, lo que más me preocupa es el personal que vive de esto. Llegamos a esta situación porque siempre hemos reclamado un aumento tarifario", argumentó y puntualizó: "Esto es lo lamentable que con una trayectoria de más de 40 años, llegar a esta situación es como que me han cortado las piernas".