La corporación médica del hospital Iturraspe cerró filas ayer en defensa del director del nosocomio, Andrés Ellena y del equipo que intervino en el caso de Ana María Acevedo, la joven de 20 años a quien negaron un aborto terapéutico para tratarse un cáncer. "Sabemos de la probidad de su persona y la dedicación profesional y ética que reviste cada acto que representa una decisión de la dirección médica", dice el documento que firman unos 70 médicos y profesionales. El retruque apunta también al representante de la comunidad en el Consejo de Administración del hospital, Mariano Figueroa, a quien ﷓de paso﷓ acusa de instalar en los medios "una versión distorsionada de la realidad hospitalaria" y promover un "mensaje" que sólo "lleva intranquilidad y desconfianza a la población".

La muerte de Ana María la semana pasada dejó a Ellena en el centro del debate. La Multisectorial de Mujeres denunció su actuación y la delegada del Inadi en Santa Fe, Stella Vallejos, llegó a pedirle la renuncia en público. La ministra de Salud de la provincia, Silvia Simoncini, ordenó una investigación sumaria del caso y el resultado de las actuaciones fue derivado a la justicia hace 48 horas.

Ante la crisis, los médicos del hospital Iturraspe salieron a defender a Ellena y repudiar "las versiones que menosprecian la labor hospitalaria y su conducción médica". Un directo al delegado de la comunidad en el Consejo de Administración hospitalario, a quien acusan "de ser un mero espectador de una realidad sólo por él advertida. En consecuencia, (Figueroa) asume el papel de denunciante casi anónimo, de hechos vagos, de circunstancias dudosas, en franca violación al respeto por las competencias originarias de los distintos organismos que deben intervenir, en caso de irregularidades", dice la declaración.

Entre otras críticas, Figueroa dijo que tuvo que insistir tres veces ante Ellena para que la madre de Ana María Acevedo pueda comer en el hospital, cuando acompañaba la internación de su hija. "Tuve que insistir tres veces y someter el tema a la votación del Consejo de Administración para que le dieran de comer a la madre de Ana María, que no tenía recursos. Me parece que algo debería cambiar", denunció Figueroa.

Sin embargo, los médicos acusan a Figueroa de "instalar mediáticamente una versión distorsionada de la realidad hospitalaria". Y le cuestionan su decisión de convocar a las organizaciones de la sociedad civil para un debate del caso en el Consejo de la Comunidad del hospital. Figueroa sólo de dedicó a promover "reuniones en el seno de una institución inexistente jurídicamente (el Consejo de la Comunidad), donde resulta dudosa o por lo menos no acreditada la incumbencia profesional para debatir la actividad prestacional hospitalaria. El resultado de lo antedicho sólo se traduce en un mensaje que lleva intranquilidad y desconfianza a la población, cuyo único referente al momento de la protección de la salud es el hospital", señaló la corporación médica.

El caso de Ana María Acevedo "generó una serie de opiniones agraviantes contra el personal que integra este hospital". Pero "sabemos ﷓le dicen a Ellena﷓ de la probidad de su persona y la dedicación profesional y ética que reviste cada acto que representa una decisión de la dirección médica".

"El personal, sin distinción de agrupamiento o sector, que participa del quehacer diario del hospital es testigo del esfuerzo y empeño que se pone en el trato con el paciente, sin evaluar en ese instante la escasez de recursos presupuestarios, los salarios a veces distorsionados con la realidad, el horario de atención. Lo único que prima es la valoración del ser humano".