La noticia publicada ayer en tapa por Rosario/12 disparó los temores de los hinchas de Ñuls, que no entendían cómo Nicolás Spolli podía quedar libre el próximo mes de junio. El defensor rojinegro, uno de los más cotizados del plantel, recibió un ultimátum para firmar, caso contrario no sería incluido en la lista de jugadores que tomaría parte de los trabajos físicos en Mar del Plata. Tras atender unos llamados intimidantes de parte de la barra, y luego de una reunión que se adelantó con el presidente Eduardo López, "el flaco" renovó su contrato por otros tres años y seguirá vistiendo la camiseta de Ñuls.

Arreglado el tema Spolli, como horas antes el de Germán Ré, a quien también se le vencía el vínculo contractual con el club, los rojinegros están a la búsqueda del cuarto refuerzo que les permite el reglamento. Cristián Galván, el lateral izquierdo que Caruso Lombardi probará hasta el sábado, tiene pocas chances de sumarse como incorporación ya que su llegada no sería aprobada por la comisión directiva. Los nombres que le ofrecen por estas horas al presidente son varios y la escala va desde un futbolista del torneo Argentino A hasta uno que milita en la primera división del fútbol español.

Mientras los nombres fluyen desde empresarios que quieren colocar a sus representados, la dirigencia mantiene el sueño de regalarle a los hinchas un apellido de peso. Entre ellos volvieron a mezclarse los de Marcelo Gallardo, anclado en el Paris Saint Germain y el de Guillermo Barros Schelotto, por quien habría que realizar un importante resarcimiento económico al Colombus Crew de Estados Unidos.