Tras varios días de incertidumbre por la ausencia de refuerzos Central consiguió los dos primeros como si de un combo se tratara. La cumbre entre el presidente Horacio Usandizaga y el Director de Fútbol de Lanús, Nicolás Russo, terminó con un apretón de manos, sello inequívoco para el titular auriazul de que la situación está resuelta. Walter Ribbonetto y Diego Manicero se sumarán la semana que viene al plantel una vez que sus contratos hayan sido firmados, aunque las horas previas serán de discusiones por el lapso y el monto del vínculo que las nuevas caras tendrán con la entidad de Arroyito. Aprovechando el envión que genera una negociación satisfactoria, los dirigentes buscan cerrar la incoporación de un lateral izquierdo y otro delantero.

"Las operaciones se concretan cuando se firman los contratos respectivos. Estoy acostumbrado, aun siendo abogado, a que cuando dos personas se dan la mano, es trato cerrado, asunto terminado. Salvo que ocurra un imponderable", señaló el Vasco cuando fue consultado por las primeros refuerzos.

"Central y Lanús -siguió Usandizaga- están de acuerdo en los números por la transferencia del defensor y el préstamo del delantero y ahora debemos resolver los contratos individuales. Por eso preferimos esperar y no hacer un papelon" dijo.

Si bien el titular centralista no quiso dar a conocer los números globales de las transferencias, el préstamo por seis meses de Manicero costará alrededor de 80 mil dólares, mientras que por el defensor se oblarán 500 mil dólares para adueñarse de los derechos federativos y económicos.

Usandizaga sostuvo que con "Manicero hay acuerdo pero con Ribbonetto debemos aceitar el tema de la remuneración porque no queremos que esté por encima de lo que cobran los jugadores del plantel. Yo lo digo porque no tengo pelos en la lengua: no le puedo pagar más que al resto de los futbolistas".

De acuerdo a fuentes cercanas a la negociación, Ribboneto habría solicitado un contrato por tres temporadas y una remuneración mensual de 75 mil pesos, una cifra que ninguno de los actuales futbolistas percibe y la idea es equilibrar sus ingresos por debajo de la línea del mejor pago del plantel.

Ante la catarta de nombres que a diario les ofrecen, Usandizaga reconoció que llevan adelante gestiones para satisfacer los pedidos del entrenador pero solicitó más reserva a sus pares de comisión. "Le pido a los directivos que no hagan trascender los nombres de los posibles refuerzos, no porque se pueda frustrar la operación que llevamos adelante, sino porque puede aparecer otros equipos que ofrecen más dinero, o al jugador le interesa actuar en otra institución. Entonces si no se concreta, más allá de nuestras buenas intenciones, quedamos como uno papanatas y le aseguro que no lo somos", cerró con su particular tono de voz.